Futuro político de Nicolás Sarkozy bajo amenaza de la Justicia

Tribunal validó escuchas telefónicas que lo vinculan con caso de corrupción

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París. AFP. La Justicia francesa validó ayer las comprometedoras escuchas telefónicas que le costaron al expresidente francés Nicolas Sarkozy una investigación por corrupción , un nuevo obstáculo en su carrera para la reconquista del poder.

La amenaza de un proceso en el Tribunal Correccional pone en aprietos al jefe de la oposición, quien, a la cabeza de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), se prepara para las elecciones del 2017 .

El Tribunal de Apelación de París estimó que las escuchas judiciales de las conversaciones entre Sarkozy y su abogado, Thierry Herzog, que –en criterio de los investigadores– revelan un intento de corrupción de un alto magistrado, no eran ilegales.

Según la ley, el secreto de diálogo entre un abogado y su cliente no se sostiene si este revela su participación en un delito.

El recurso de casación que interpondrá la defensa del caso no impedirá que se retome la investigación, congelada desde otoño.

“Contrariamente a lo que legítimamente esperábamos, el Tribunal no ha aceptado nuestra petición de desestimar (estas grabaciones)”, afirmó Paul-Albert Iweins, que defiende a Herzog.

Este dossier le costó a Sarkozy, en junio del 2014, ser el primer exjefe de Estado (2007-2012) de la historia investigado por la Justicia. Sobre él pesan los cargos de “corrupción activa”, “tráfico activo de influencias” y “encubrimiento de violación del secreto profesional”.

Junto con su abogado, Sarkozy es sospechoso de haber intentado obtener indebidamente, por medio de un alto magistrado del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert, informaciones de una investigación también por abuso de debilidad contra la multimillonaria Liliane Bettencourt. Con todo, la causa contra Sarkozy fue sobreseída por este caso.

A cambio de la información deseada, Sarkozy podría haberle prometido a Azibert un puesto de prestigio en Mónaco. Al final, ni el expresidente pudo ganar el pleito ni Azibert, el puesto. Sin embargo, esto no cambia nada, pues la mera intención basta para iniciar un juicio.

Las escuchas de las conversaciones entre Sarkozy y Herzog son centrales en este caso. Estos diálogos “no suscitan ninguna duda en cuanto a su voluntad y sus esperanzas”, considera una fuente próxima al caso.

Mientras tanto, Sarkozy no ve nada malo en su actuación y puso en duda la imparcialidad política de los dos jueces del caso, aunque este asunto no es el único que pone en peligro el futuro político del líder de la oposición.

Sarkozy está implicado en otros casos relacionados con la financiación de su campaña electoral del 2012 (cuyas elecciones perdió frente al actual presidente François Hollande), y otro, relativo a un arbitraje financiero del 2008 que benefició al empresario Bernard Tapie y que fue anulado en febrero.

La justicia le investiga también por las acusaciones, de momento no probadas, de que el régimen libio de Muamar Gadafi financió parte de su campaña electoral del 2007. Las autoridades pincharon el teléfono de Sarkozy en el marco de este caso.