Maravatío de Ocampo. Este lunes, dos precandidatos a la alcaldía del municipio de Maravatío, ubicado en el estado mexicano de Michoacán, fueron víctimas de homicidios en incidentes separados, según informó la fiscalía regional este martes.
La primera víctima fue Miguel Ángel Reyes Zavala, un médico que buscaba la candidatura por el partido Morena, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Zavala fue atacado a tiros la tarde del lunes mientras se encontraba estacionado en la parte posterior de la clínica San Rafael, donde trabajaba en el centro de Maravatío.
El ataque fue llevado a cabo por dos sicarios que descendieron de un automóvil blanco, se acercaron al político y le dispararon a quemarropa, para luego escapar en el mismo vehículo, según testimonios recopilados por la policía investigadora.
Horas después, el cuerpo de Armando Pérez Luna, aspirante a la candidatura por el Partido Acción Nacional (PAN), fue encontrado en el interior de un automóvil con heridas de bala, informó la fiscalía en un comunicado este martes.
El PAN condenó los “cobardes asesinatos” de los políticos en un comunicado, recordando que meses atrás advirtió sobre la necesidad de establecer una mesa de seguridad debido a la violencia en la región.
La ola de violencia asociada al crimen organizado en México afecta también a políticos, especialmente aquellos que ocupan o buscan cargos municipales y estatales. Los motivos de estos ataques van desde intentos de grupos criminales por someter a los candidatos hasta disputas sangrientas entre facciones locales de poder.
En México, entre el 4 de junio de 2023 y el 7 de febrero del 2024, se registraron 33 asesinatos vinculados a la violencia electoral, incluyendo a 16 aspirantes a candidaturas, según un estudio de Laboratorio Electoral, una firma privada de análisis e investigación.
Estos crímenes se produjeron en 13 de los 32 estados mexicanos, siendo Guerrero, en el sur, la entidad con mayor incidencia, con 8 homicidios, seguida de Veracruz y Michoacán, ambas con cinco crímenes, según el informe.
Cabe señalar que México experimentó más de 420.000 asesinatos, en su mayoría atribuidos a organizaciones criminales, desde el inicio de una polémica ofensiva militar antidrogas en diciembre de 2006.