Senado de Argentina se apresta a aprobar plan de emergencia económica

Proyecto recibió el visto bueno en la Cámara de Diputados; los senadores lo están debatiendo

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Buenos Aires. El bloque mayoritario de peronistas y sus aliados en el Senado argentino se dispone a convertir en ley la emergencia económica enviada por el presidente Alberto Fernández, quien logró este viernes su primera victoria con el voto de la Cámara de Diputados, a 10 días de haber asumido el mando de un país en “virtual default”.

La sesión está anunciada para la tarde del viernes y la conducirá la titular de la cámara alta, la vicepresidenta Cristina Kirchner, exmandataria peronista de centroizquierda entre 2007 y 2015.

“Hay un número cómodo (de votos) para que salga la ley”, afirmó el senador oficialista Alfredo Luenzo a radio Destape.

El proyecto de ley intenta enfrentar el aumento de la pobreza (a 40% de la población), la recesión (-3,1% de caída de la producción en el 2019), la deuda (que ronda el 90% del producto interno bruto, PIB) y la inflación (55% anual) con alzas de impuestos a sectores de las clases altas y medias, además de incentivos fiscales a la producción y el comercio de las pymes.

"Seis de cada diez niños argentinos están en la pobreza. No podemos perder más tiempo", dijo el diputado peronista Eduardo Bucca durante el maratónico debate de 18 horas en la cámara baja que finalizó la mañana del viernes.

Pero Mario Negri, uno de los líderes de la oposición afín al expresidente liberal Mauricio Macri (2015-19) respondió: “Es mal camino concentrar tanto poder en el gobierno y la emergencia no se justifica”.

Ante el rechazo que el proyecto inicial generó entre diputados de la oposición e incluso algunos aliados del peronismo, el gobierno decidió a último momento modificar un polémico artículo que otorgaba al presidente peronista de centroizquierda amplias facultades para modificar las estructuras del Estado.

Con el cambio, Fernández consiguió para su reforma apoyo del peronismo y de otros bloques, con 134 votos a favor, frente a la negativa de 110 opositores.

“Solo nos importa que la solidaridad de los que más tienen ayude a aumentar los recursos para mejorar la situación de quienes la están pasando mal”, escribió Fernández el jueves en Twitter. “Recibimos un país en virtual default, había señalado al asumir.

El proyecto propone un impuesto de 30% sobre varias operaciones, que van desde la compra de moneda extranjera hasta el pago con tarjetas de crédito en el exterior, extracciones de efectivo en el exterior o el pago en Argentina de plataformas como Netflix o Spotify. Fernández mantuvo el tope de venta de apenas $200 por persona por mes.

El mandatario peronista procura urgente financiamiento para subsidiar un “plan contra el hambre” con tarjetas alimentarias gratuitas a más de dos millones de personas, en una nación de 44 millones que sufre los peores indicadores económicos y sociales desde la gran crisis del 2001.

“La ley se llama de Solidaridad Social y es la palabra justa de lo que hace falta”, expresó el miembro informante del oficialismo en Diputados, Carlos Heller.

En respuesta, el opositor Luis Pastori manifestó en el recinto: “Reconocemos que en estos cuatro años (con Macri) cayó la economía y aumentó la pobreza y la inflación, con deuda pública con problemas de liquidez. Pero también bajó el déficit fiscal y el gasto público primarios y bajó la presión impositiva. El desempleo bajó un poco ¿Estamos realmente en emergencia?”.

Entre las decisiones que favorecen a los sectores de menores ingresos figura el congelamiento de las tarifas (que crecieron entre 2.000% y 3.000% durante el gobierno de Macri, 2015-2019) y una moratoria y plan de pago a 10 años para las deudas de las Pymes, castigadas por el derrumbe del consumo.

Según un estudio de la consultora Elypsis, la aplicación de la ley permitirá un ahorro fiscal de entre 1% y 1,9% del Producto Interno Bruto (PIB).

Sin dólares

Argentina aumentó su deuda en más de 100.000 millones de dólares en 4 años, y sufrió una suma igual de fuga de capitales, según datos del Banco Central y ministerio de Hacienda.

Al perder el financiamiento de los mercados internacionales en 2018, Macri recurrió al FMI que le otorgó una línea de crédito por unos 57 mil millones de dólares de los cuales recibió 44.0000 millones. Además impuso un duro cepo a la compra de dólares, refugio habitual de la clase media contra la inflación que devora el valor del peso, cuya depreciación acumulada es de 85% desde 2015.

Para incrementar los débiles ingresos fiscales, la ley aumenta a 33% el impuesto a la soja y derivados, el mayor producto exportable, lo que despertó tensión con las poderosas patronales agropecuarias.

Fernández está negociando con el FMI y acreedores privados un plazo de gracia de dos o tres años para pagos de la deuda con unas arcas del Banco Central exhaustas.

Las calificadoras Fitch y S&P dijeron que Argentina entró en default selectivo y degradaron su deuda luego que el gobierno postergó unilateralmente este viernes el pago de letras por unos 9.000 millones de dólares hasta el 31 de agosto de 2020.

En los mercados, este viernes el tipo de cambio se apreció 0,15% al cotizar en 62,99 pesos por dólar, mientras que la Bolsa cerró con un alza de 1,44% y se recuperó 5,06% en la semana.