Potencias occidentales condenan aceleración de producción de uranio enriquecido de Irán

República Islámica, por su parte, afirmó que no había ‘nada nuevo’ en el informe del OIEA, en el que se consignó que sus reservas de uranio enriquecido superan en más de 22 veces el límite fijado

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París. Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido condenaron el jueves la aceleración de la producción de uranio enriquecido por parte de Irán, señalada en un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

“Condenamos que esta medida agrava aún más la continua escalada del programa nuclear iraní” declararon los países en un comunicado conjunto.

"La producción de uranio altamente enriquecido por parte de Irán no tiene una justificación civil creíble", añadieron.

El organismo nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó el miércoles que las reservas de uranio enriquecido de Irán superan en más de 22 veces el límite fijado por el acuerdo alcanzado en el 2015 entre la República Islámica y las potencias mundiales.

El OIEA también fustigó la decisión de Irán de prohibir el acceso a sus instalaciones a varios de sus inspectores, que afecta “directa y gravemente” la capacidad de controlar su programa nuclear.

"Estas decisiones demuestran la ausencia de voluntad de Irán de llevar a cabo una desescalada de buena fe e ilustran un comportamiento irresponsable en un contexto regional de tensión", criticaron los cuatro países en el comunicado.

La República Islámica, por su parte, afirmó el miércoles que no había "nada nuevo" en el informe del OIEA.

“Estábamos produciendo la misma (tasa) de enriquecimiento al 60%. No cambiamos nada y no desarrollamos nuevas capacidades”, aseguró el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohamad Eslami, citado por la agencia oficial Irna.

En el 2015, las principales potencias mundiales alcanzaron un acuerdo con Irán, que debía frenar su programa nuclear a cambio de la relajación de las sanciones.

El acuerdo quedó moribundo desde que Estados Unidos se retiró en el 2018 por decisión del entonces presidente Donald Trump y reimpusiera sanciones.

Teherán respondió intensificando su programa nuclear, y hasta ahora las negociaciones para reinstaurar el pacto no dieron sus frutos.

Irán siempre ha negado pretender desarrollar armas nucleares, insistiendo en que sus actividades son totalmente pacíficas.

Las restricciones incluidas en el pacto del 2015 incluían un umbral de enriquecimiento de uranio al 3,67%. El umbral del 90% es necesario para fabricar una bomba atómica.