México lamenta bloqueo judicial a reformas migratorias de Obama

Un juez federal de Texas suspendió, temporalmente, las medidas ejecutivas sobre inmigración anunciadas en noviembre por el presidente estadounidense

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México

El Gobierno mexicano lamentó este martes la decisión de un juez de Texas, sur de Estados Unidos, de bloquear la aplicación del decreto del presidente Barack Obama que prevé la regularización de millones de extranjeros sin papeles y los protege contra su expulsión.

"Estos programas significan un remedio migratorio justo para millones de familias y podrían potenciar las significativas contribuciones de los migrantes mexicanos a la economía y sociedad estadounidense", expresó la cancillería mexicana en un comunicado.

Al mostrar su descontento con la decisión, la cancillería dijo que tanto la embajada de México como la red consular en Estados Unidos se mantendrán "atentas a este proceso y al desarrollo de las siguientes etapas judiciales".

La decisión del juez Andrew Hanen del tribunal federal de Brownsville, en Texas, tuvo lugar después de la demanda del estado de Texas y de otros 25 gobernadores republicanos y fiscales generales contra el decreto, informan este martes The Washington Post y The New York Times.

Según el Post, la orden del juez busca aplazar la aplicación del decreto hasta que tenga lugar el proceso sobre la legalidad del plan de regularización de los sin papeles, anunciado por Obama el 20 de noviembre.

Más de cinco millones de extranjeros en situación irregular, buena parte de los cuales son mexicanos, podrían aprovechar ese programa y obtener permisos de trabajo por tres años.

El Gobierno de Enrique Peña Nieto aseguró que redoblará sus esfuerzos para brindar información y asistencia a los mexicanos en Estados Unidos y les alertó sobre "posibles engaños y fraudes migratorios".

Debido a la suspensión temporal, "no existe ningún proceso ni se están aceptando solicitudes para beneficiarse de los programas de acción diferida" contemplados en el decreto, advirtió la cancillería.

La Casa Blanca también consideró que la decisión judicial es equivocada y, al anunciar que va a apelarla, dijo que Obama aprobó "políticas de sentido común" para ayudar a reparar el "destruido sistema migratorio" estadounidense.