Brasilia. El presidente Jair Bolsonaro amenaza la democracia en Brasil con sus intentos de “mellar” la confianza en los sistemas electoral y judicial en la antesala de los comicios generales de octubre, alertó la oenegé Human Rights Watch (HRW) en su informe anual divulgado este jueves.
“Bolsonaro ha supuesto un gran retroceso en la evolución de la democracia brasileña”, dijo Kenneth Roth, director de HRW, en una conferencia de prensa virtual durante la presentación del reporte sobre el gigante latinoamericano en Sao Paulo.
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La organización responsabilizó al mandatario de extrema derecha de intentar debilitar los “pilares de la democracia” al atacar al Supremo Tribunal Federal, que conduce cuatro investigaciones penales en su contra, y por repetir “alegaciones infundadas de fraude electoral” en la antesala de las elecciones presidenciales.
“Con la cercanía de las presidenciales de octubre del 2022, las instituciones democráticas brasileñas deben proteger los derechos al voto y la libertad de expresión de cualquier tentativa de subversión del sistema electoral o del debilitamiento del Estado de derecho y las libertades fundamentales por parte del presidente”, reza el informe.
Bolsonaro emprendió el año pasado una campaña contra el actual sistema electrónico de voto de Brasil, al que cuestiona —sin pruebas— por supuestamente prestarse al fraude.
Incluso declaró que se negará a reconocer una eventual derrota y que “solo Dios” lo sacará del poder si pierde en una campaña que lo puede enfrentar con el exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, favorito de los sondeos aunque aún no oficializó su candidatura.
La presidencia de Brasil no respondió hasta el momento a un pedido de comentario de la AFP sobre el reporte.
Pandemia, deforestación
HRW también denunció que el gobierno brasileño buscó enviar a prisión a “por lo menos 17 críticos” de su gestión, usando una ley de seguridad nacional promulgada durante la dictadura militar (1964-1985) y que fue revocada por el Congreso en agosto.
La directora de HRW Brasil, Maria Laura Canineu, criticó la “política desastrosa en relación con la pandemia”, minimizada por el mandatario y que deja más de 620.000 muertos en el país, una cifra superada solo por Estados Unidos, así como la deforestación en la Amazonía, la más alta desde el 2006.
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“El gobierno Bolsonaro promovió políticas contrarias a los derechos humanos en otras áreas, incluyendo derechos de los pueblos indígenas, derechos de las mujeres, derechos de las personas con discapacidades y libertad de expresión”, reza el documento.
El reporte advierte que la letalidad policial alcanzó un número récord, con más de 6.400 personas fallecidas en el 2020, el último año sobre el cual hay datos disponibles. El 80% de las víctimas mortales eran negros. La cifra, consolidada por la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP), es la más alta desde que existen registros.
“Si bien algunas muertes por policías son en defensa propia, muchas otras son resultado del uso ilegal de la fuerza”, asegura HRW. Canineu lamentó la impunidad en esos casos y acusó a Bolsonaro de “no condenar nunca la violencia policial, inclusive de incitarla”.