Gobierno del presidente Donald Trump defenderá decreto migratorio en los tribunales

Deberá demostrar que no hay prejuicios religiosos en la nueva orden ejecutiva

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Washington

El Gobierno de Estados Unidos defenderá "con vigor" el bloqueo de la justicia al decreto del presidente Donald Trump, que cerraba las fronteras del país a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, anunció este jueves el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer.

"Tenemos la intención de apelar esta decisión", dijo Spicer, después de que el propio Trump manifestó que podría llevar el caso a la Corte Suprema.

De acuerdo con el vocero presidencial, "el Departamento de Justicia está determinando el mejor momento; esperamos una acción a la brevedad para buscar una aclaración antes de iniciar una apelación".

Spicer justificó los decretos firmados por Trump, alegando que "el peligro es real y la ley es clara".

El presidente "seguirá ejerciendo su autoridad constitucional y su responsabilidad presidencial para proteger nuestra nación", manifestó.

En la víspera, instantes después de que un juez federal del estado de Hawái bloqueó los efectos migratorios, Trump afirmó durante un acto público en Nashville (sureste del país) que defendería su orden ejecutiva hasta donde sea posible.

"Vamos a pelear este fallo, vamos a llevar este caso tan lejos como sea posible, incluyendo todo el camino hasta la Corte Suprema. Vamos a ganar", aseguró.

Trump argumentó que el fallo del juez de Hawái "ha sido un exceso judicial sin precedentes".

Con pocas horas de diferencia, dos jueces federales bloquearon la aplicación del polémico texto por considerar que es discriminatorio hacia los musulmanes.

Esta orden ejecutiva renovada debía entrar en vigor al primer minuto del jueves, pero un juez federal en Hawái frenó el intento de Trump por cerrar las fronteras a los ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen por 90 días.

La decisión tomada el miércoles también dejó sin efecto la suspensión por 120 días del programa de admisión de refugiados en Estados Unidos.

A la vez, otro juez en Maryland bloqueó la limitación a los viajes de personas procedentes de los seis países de mayoría musulmana por considerar que si entrase en vigor causaría un "daño irreparable".

¿Prejuicios religiosos? Con estas decisiones, Trump, quien se valió de la retórica antimusulmana en su exitosa carrera hacia la Casa Blanca, tendrá ahora que responder ante la Justicia por las declaraciones hechas en campaña, pues ambos jueces apuntan que la orden ejecutiva entró en el terreno de los prejuicios religiosos.

Pero, en defensa de la posición del gobierno, el procurador encargado Jeffrey Wall, aseveró que el decreto "no establece ninguna distinción religiosa".

Interrogado sobre los tuits y declaraciones de Trump durante la campaña presidencial en la que prometió promulgar una "prohibición musulmana", Wall arguyó que "existe una diferencia entre un presidente y un candidato".

Sin embargo, el magistrado de Hawái, Derrick Watson, consideró que "un observador razonable y objetivo ... concluiría que la orden ejecutiva fue emitida con el propósito de desfavorecer a una religión particular, a pesar de haber sido declarada con un objetivo religiosamente neutral".

Las resoluciones de Hawái y Maryland se produjeron el miércoles, mientras que en Seattle, el fiscal general del estado de Washington presentó una moción de emergencia para una suspensión temporal por 14 días del decreto, también citando "daños irreparables".

Este nuevo decreto revisado y firmado por Trump el 6 de marzo, a diferencia del primero, eximió de la prohibición de viajes a los iraquíes, a los residentes permanentes en Estados Unidos y a los titulares de visas.

Según la Casa Blanca, los otros seis países fueron incluidos nuevamente en la prohibición porque sus sistemas de revisión de datos no cumplen con los requisitos de seguridad de Estados Unidos.