Boric baila con vecinos y critica abusos de la Iglesia en un barrio de Santiago

El nuevo presidente de Chile expresó su disgusto por ver en sus actos de inauguración al obispo emérito de Santiago, quien es investigado por encubrir abusos sexuales contra menores

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Santiago. El presidente de Chile, Gabriel Boric, disfrutó este domingo junto a su gabinete de un distendido acto en un popular barrio de Santiago en el que bailó y recitó, pero también criticó duramente los abusos de la Iglesia y el abandono de la cultura. A ritmo de cueca, baile tradicional chileno, el recién juramentado mandatario compartió con los ministros, sus hijos y cientos de personas congregadas en un parque del barrio de La Pintana, a unos 20 km del centro capitalino.

“Permítanme decir algo impropio”, dijo Boric abruptamente en medio de su discurso, antes de lanzar una airada crítica a la presencia del arzobispo emérito de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, el día anterior en un acto de oratoria en la Catedral Metropolitana. Ezzati es investigado por encubrir abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en Chile.

"Me molestó ver al señor Ezzati, ver a gente que ha actuado como encubridor de graves delitos contra los niños", dijo Boric en relación a los cientos de casos de abusos sexuales a menores durante decenas de años en la institución religiosa y que han acabado con la imagen del clero desde que se conocieran en 2018.

“¡Boric, amigo, el pueblo está contigo!”, celebró la gente el comentario. El inciso crítico llamó la atención de los presentes, quienes por horas disfrutaron con todo tipo de actos culturales en un ambiente familiar, mientras otros cientos de personas que no pudieron acceder al parque los seguían a través de pantallas gigantes instaladas afuera.

La jornada transcurrió entre actuaciones de la orquesta sinfónica juvenil del barrio; versos recitados por el Premio Nacional de Literatura 2020, el poeta mapuche Elicura Chihuailaf, tanto en español como en mapudungun (lengua del pueblo mapuche); música tradicional y popular; y un recital de 'paya', versos improvisados acompañados de guitarra.

También estuvo la clásica cueca, que puso en pie al presidente y a sus ministros, quienes no dudaron en romper el protocolo y bailar frente al escenario junto a las docenas de personas que atendieron el acto. ”Mi primera tarea es aprender a bailar”, bromeó Boric al inicio de su discurso, que se volvió crítico al mencionar “el abandono” sufrido por la cultura por parte del Estado “por mucho tiempo”.

Cultura ‘va a ser protagónica’

“Sé que lo han pasado muy mal, han sido ninguneados y abandonados por el Estado por mucho tiempo. Decirles que van a estar presentes, son protagónicos, no vamos a venir a decirles qué hacer”, afirmó.

A pesar de las medidas de seguridad ante su presencia, el presidente chileno compartió con las personas bailes, canciones y reflexiones.

"En Chile les vamos a necesitar a todos y a todas, tenemos que creernos el cuento, sentir que es posible vivir en un país diferente y mejor. Somos parte de una generación que hace un par de años dijo fuerte y claro que quería cambiar las cosas", destacó Boric.

De esa cercanía con la gente también hicieron gala los ministros de su gabinete, compuesto por 14 mujeres y 10 hombres, quiene desde la mañana llegaron caminando entre la gente por los jardines del parque.

“Hoy me vine en micro (autobús público)”, dijo entre risas la minsitra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien el sábado, en el primer acto del nuevo gobierno, publicó en redes sociales que llegaba al palacio presidencial de La Moneda en bicicleta y metro.

Boric omitió también leer el discurso preparado que traía para el acto y decidió dirigirse al público de manera improvisada y visiblemente emocionado.

“Como pueden ver me embarga la emoción (...) Yo tenía un discurso preparado con mucha gente que trabaja y está tratando de interpretar mi manera de hablar pero cuando llegué acá dije: “¿Cómo voy a leer un discurso que fue escrito antes? Tengo que hablar desde los sentimientos’”, dijo entre aplausos.