Emiratos Árabes Unidos impulsa cambios sociales para mostrar un país más moderno

Parejas podrán vivir en unión libre y no se necesitará permiso para beber alcohol, entre otras medidas

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Dubái. Los expatriados en los Emiratos Árabes Unidos expresan su alivio tras el anuncio de una reforma de la legislación sobre temas sociales que afectan su vida cotidiana, como vivir en concubinato o consumir alcohol libremente.

El rico país musulmán del golfo Pérsico tiene la ambición de transmitir una imagen más liberal y progresista.

En virtud de estas reformas, anunciadas a principios de noviembre, las parejas no casadas podrán vivir juntas en plena legalidad y ya no será necesario obtener un permiso específico para consumir alcohol.

En la práctica, hay pocos enjuiciamientos.

El país también tiene previsto despenalizar el suicidio y abandonar las penas reducidas para los autores de crímenes llamados "de honor", extremadamente raros en los Emiratos, cuyas víctimas son casi sistemáticamente mujeres acusadas de haber avergonzado a su familia.

Estas reformas tienen por objeto tranquilizar a los expatriados -los extranjeros representan cerca del 90% de la población-, a menudo divididos entre un estilo de vida más liberal y una legislación muy conservadora, y atraer a más jóvenes talentos.

Este anuncio, que aún no se ha concretado, fue saludado en particular por la clase media que frecuenta los bares de los hoteles de lujo y vive en rascacielos, a veces situados en islas artificiales.

“Viviendo con mi cónyuge, siempre ha sido motivo de preocupación el ser detectados y tener problemas”, manifestó una británica de Dubái, el más llamativo de los siete emiratos que componen esta federación de diez millones de habitantes.

“Lo mismo con el alcohol. Las restricciones sobre el consumo no se aplicaban necesariamente, pero siempre había una vacilación sobre el tema”, agregó esta extranjera, de 32 años.

Imagen de modernidad

Los Emiratos Árabes Unidos, ricos en petróleo, se han esforzado en los últimos años por aparecer como una nación moderna y abierta al mundo, gracias a la organización de acontecimientos deportivos importantes, su ambicioso programa espacial y las inversiones en la cultura internacional.

También se proponen reforzar su posición económica a nivel mundial en un contexto de caída de los precios del petróleo y de desaceleración de la actividad debido a la pandemia del coronavirus.

Esta reforma “corresponde bien a nuestra imagen, pero la idea principal es facilitar la vida de las personas”, explicó un experto político emiratí cercano al poder, que pidió el anonimato porque las leyes aún no han sido promulgadas.

“Es la mejor noticia del año desde el acuerdo con Israel”, añadió.

La federación ha dado recientemente un paso histórico en la normalización de sus relaciones diplomáticas con Israel, presentándose como un defensor de la paz en Oriente Medio y de la coexistencia entre las diferentes religiones.

En una región sacudida por las guerras civiles, los conflictos sectarios, las crisis económicas y los disturbios políticos, el país quiere presentarse como un remanso de estabilidad y tolerancia.

Porque estas nuevas normas están destinadas a formar parte de su estrategia global, encaminada a contrarrestar las ambiciones del islam político en la región, una corriente ampliamente sofocada en los Emiratos.

Las autoridades locales, a diferencia de las de los países vecinos, controlan desde hace tiempo el discurso religioso en las mezquitas y los medios de comunicación, así como cualquier otro tipo de manifestación política.

Las reformas anunciadas constituyen “un golpe de comunicación acertado”, destacó James Dorsey, investigador especialista en Oriente Medio en el Middle East Institute. “Es una proyección del liberalismo y de la tolerancia que los Emiratos Árabes Unidos siempre han querido proyectar”.

Queda por ver si la reforma en curso se extenderá a otras leyes restrictivas, también raramente aplicadas, como la prohibición de las relaciones homosexuales y de los embarazos fuera del matrimonio.