Constantino Urcuyo sobre Trump: ‘Es pragmático y camina según la circunstancia’

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Juan Fernando Lara S.

El analista político augura poca afectación para el país por el triunfo de Trump en EE. UU. pero ve efectos más duraderos a largo plazo en otras áreas. Este es un resumen de posibles efectos tras el desenlace electoral en ese país.

¿Cómo podría afectar a Costa Rica el triunfo de Trump?

Veo que en lo inmediato es poco. El primer afectado es México por el volumen de transacciones comerciales entre EE. UU. y esa nación. Nuestras exportaciones no le roban trabajo a la clase obrera blanca que votó por Trump y tampoco lo veo tratando de meterse con el Tratado de Libre Comercio. Del mismo modo, la lucha contra las drogas seguirán igual porque las agencias estadounidenses a cargo de esa tarea son poderosas en la región y Trump no se ha manifestado en contra de eso.

Trump no cree en el cambio climático. ¿Cómo ve eso considerando que EE. UU. suscribió el Acuerdo de París contra los gases de efecto invernadero?

Una cosa es que no crea y otras salirse de un tratado firmado. Del Tratado de Libre Comercio con México ha dicho que lo revisará, pero es tan complicado meterse en él, como salirse. Igual con el Acuerdo de París. Primero deberá hacer un proceso de denuncia del documento para salirse y eso tiene un riesgo político importante. ¿Cómo se van a relacionar los países con uno que empieza a salirse de todos los tratados? Lo mismo la OTAN. No es tan sencillo separarse tampoco de allí, aunque no se crea en ella por los riesgos políticos. Igual los demás tratados. Una cosa es la campaña y otra que EE. UU es un Estado de derecho donde la reglas y las instituciones tienen peso importante y sirven de límites a la voluntad desenfrenada de cualquier candidato que gane.

”Se cree que la institucionalidad del país lo frenará. Aun intentando hacer lo que quiera, hay en su partido fuerzas representadas en el Senado y la Cámara que estarán en desacuerdo con muchas de sus posturas y también lo frenarían”.

¿Qué se puede esperar de su plan de gobierno?

Es un político impredecible que si tiene plan de gobierno no lo va a observar. Es pragmático y camina según la circunstancia. Hizo lo que debía hacer: interpretó el resentimiento de las clases obreras y rurales. Es ahora cuando se plantea cómo gobernar, con quién hacerlo, cómo será su equipo hoy cuando las cúpulas republicanas tradicionales se le apartaron. Ganó porque se apoyó en las clases blancas resentidas.

”Las convirtió en víctimas y les dijo: ‘soy el campeón de ustedes’. Ese discurso populista lo llevó a la Casa Blanca pero está por verse cómo será su desempeño en esas condiciones.

”El sentimiento populista es fácil de suscitar en una elección. El populismo de Hugo Chaves, por ejemplo, se mantuvo en el poder por un tiempo pero, al pedirle resultados concretos, lo que se tiene es una Venezuela en crisis. ¿Cómo enfrentará Trump el tema de China? ¿Le cerrará las puertas a ese mercado o buscará más cercanía? No sabemos”.

¿Cree que podrían estar en riesgos los acuerdos recientes de restablecer relaciones con Cuba o el acuerdo nuclear con Irán?

Él tratará de revertir lo de Cuba, aunque inicialmente lo apoyó. Sin embargo, quizás para ganar el voto cubano en Florida, cambió de posición y ha expresado desconfianza con ese acuerdo.

”Con Irán más bien se puede anunciar un acercamiento con Rusia por su amistad con su presidente Vladimir Putin y apoyar a Rusia cion el conflicto en Siria. Ello se traduciría en un posible distanciamiento de Irán. Es es complicado.

”Ayudar a Rusia es también antagonizar con Arabia Saudí. Ello dependerá de las conexiones de Trump con Israel que ha entrado en un proceso de quietud. La reacción rusa ha sido muy favorable a Trump. Si hay acuerdo al menos temporal con Rusia, habrá un acercamiento con esa nación únicamente en el tema de Siria.

”Con Cuba intentará revertir los tratados, con Irán no estoy seguro si tiene prevista una posición muy dura”.

¿Cómo caracterizaría a quienes pusieron a Trump en la presidencia?

En Estados Unidos, alrededor de 60% de población es blanca y de ella no todos van con Trump. De ellos, sí hay una gran cantidad viviendo en la región obrera afectada por la recesión del 2008. Si bien Obama logró cierta reactivación de la industria automotriz, estas comunidades sufrieron los estragos de la recesión. Hablo del llamado rust belt compuesto por estados como Pensilvania, Virginia, Ohio, Indiana; entre otras. Esta es la vieja industria que no tiene hoy la misma fuerza frente a la globalización.

”Entonces, si se vemos la distribución del voto, también está la clase rural blanca del medio este norteramericano. La zona rural de comunidades obreras. Clinton ganó las grandes urbes, pero perdió a la clase obrera industrial tradicional y a los sectores rurales.

”Estos blancos rurales, esta clase obrera de los viejos estados industriales afectados por la globalización, han manifestado cierta pérdida de identidad como país frente a un Estados Unidos hoy muy multicultural. Trump les habló a esos sectores temerosos de los extranjeros; de lo diferente. Entonces, esa es la base electoral de Donald Trump, una donde explotó sus miedos, pérdidas, nostalgias y resentimientos”.

Eso suena un tanto al discurso populista del nacionalsocialista de Hitler en la Alemania perdedora de la I Guerra Mundial

Creo que hoy estamos en tiempos distintos, son procesos por completo diferentes y condiciones sociales también muy distintas, con una situación internacional además, muy diferente. Trump sí explotó las emociones más primitivas y tribales básicas aunque sí hay una inclinación hacia el autoritarismo. Hitler formó un partido y creó una ideología, este hombre capitalizó el miedo a lo distinto; dio una bandera partidista a un imaginario de EE. UU. que pertenece a la época de los 50 que ya no existe. Son entonces procesos en cierto modo similares pero no son iguales.

¿Qué opina del papel de las encuestas en este proceso? ¿Se les puede atribuir fallo en la predicción del resultado?

En los últimos 15 días, en general, todas las encuestas venían señalando un estrechamiento en el margen que había entre Clinton y Trump; la mayoría decía que esta acercamiento se insertaba en el margen de las mediciones entre 2 y 3 %. El fracaso en las predicciones, me parece, no ha sido tan grande como en el caso del brexit en Reino Unido o con la consulta en Colombia sobre el acuerdo de paz. Entonces, no es tan cierto que las encuestas hallan fallado. El seguimiento que venía dando el ‘Los Ángeles Times’ no se equivocó. Evidentemente, las encuestas pueden fallar, pero son aproximaciones mejores que mi propia opinión o la suya.

¿Cuál es su lectura del discurso de aceptación de la derrota de Clinton?

Lo que dijo en el fondo es que la lucha sigue, no termina, siguen más batallas porque los EE. UU. cada vez serán más distintos a ese imaginario de Trump y su base electoral. En la próxima elección el porcentaje de latinos, negros y minorías será mayor. Ese país diverso compuesto por mujeres, gais, latinos, negros y asiáticos seguirá tratando de expresarse. En esta campaña lo intentaron pero aún esas minorías no son mayorías. En próximos años el país se transformará en uno de minorías y habrá más enfrentamientos. Sin embargo, los blanco no podrán imponer esa visión de EE. UU. de antaño. Hay dos cosas claras: el “trumpismo” no acaba con Trump y la sociedad en ese país continuará dividida y polarizada en esas zonas de fractura. El asunto no se acaba aquí con la elección. Triunfó una parte de los EE. UU., es todo.