Sídney. Las autoridades de Australia informaron este martes que decenas de cámaras de seguridad hechas en China van a ser retiradas de las oficinas de los políticos, unos días después de que el ministro de Defensa anunciara que va a quitar los dispositivos de sus recintos.
Al menos 913 cámaras de seguridad hechas en China fueron instaladas en más de 250 edificios del gobierno de Australia, incluyendo el Departamento de Defensa, según cifras publicadas la semana pasada.
Las cámaras de seguridad no estaban conectadas a internet y van a ser retiradas como una medida de precaución, dijo el Departamento de Finanzas.
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El ministro australiano de Defensa, Richard Marles, dijo a la cadena ABC la semana pasada que las cámaras en su cartera van a ser retiradas para "asegurarse que los recintos sean completamente seguros".
Países como Estados Unidos o el Reino Unido tomaron medidas similares para impedir que entidades del gobierno instalen aparatos hechos en China.
Ambos países expresaron miedo de que las empresas chinas puedan ser obligadas a compartir sus datos con los servicios de seguridad de Pekín.