Pequeñez de meteorito impidió predecir su caída

Este meteoro pasó por los cielos de Japón durante una lluvia de las Perseidas en el 2004. La fuente de esta lluvia anual de meteoros es el cometa Swift-Tuttle.

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El meteorito caído ayer en Rusia tenía una masa “tan pequeña” que impidió detectarlo a tiempo como para dar una alerta.

“Inicialmente tenía una masa de 20 toneladas que se fue deshaciendo en la atmósfera. Era tan pequeña que fue imposible alertar, pese a que hay cientos de institutos de exploración mundiales mirando al firmamento”, dijo Leonardo Herrera, profesor de astronomía de la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica.

El experto participó ayer en un chat organizado por La Nación.

Además, la caída del meteoro ocurrió cuando los servicios de astronomía mundiales centraban su atención en el paso del asteroide 2012 DA14 cerca de la Tierra.

El único registro que existe de la caída de un meteorito en Costa Rica es del 1.° de abril de 1857, cuando una bola de fuego causó un impacto detonante en Heredia. Así consta en “Meteoritos y meteoros en Costa Rica (verdaderos, posibles y falsos)”, publicado en la Revista Geológica de América Central en 2004.

Herrera afirmó que los pequeños trozos de roca y escombros que avanzan por el espacio se llaman meteoroides. Estos se declaran meteoros o estrellas fugaces mientras caen sobre un planeta, dejando tras de sí una estela brillante a medida que se calientan hasta volverse incandescentes por la fricción con la atmósfera.

Las partes que sobreviven el viaje por la atmósfera y luego chocan con el suelo se denominan meteoritos, como el de ayer en Rusia.

Herrera puntualizó que los meteoritos se componen de materiales densos, como roca y metales, entre los cuales el principal es el hierro, aunque pueden incluir oro y cobre, entre otros.

El meteorito en Rusia fue la parte sobreviviente al paso por la atmósfera de materiales más pesados del objeto original cuando empezó su caída hacia el planeta.

Eso sí, aun siendo pequeño el fragmento final –añadió–, este iba a alta velocidad (unos 54.0000 kilómetros por hora), lo que provocó la fuerte onda expansiva cuando chocó con la superficie y, a su vez, la gran cantidad de heridos.

De dónde vienen. Los científicos estiman que de 1.000 a 10.000 toneladas de material de meteoritos cae a la Tierra cada día. Sin embargo, la mayor parte es tan pequeña como polvo, destaca la la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EE. UU. (NASA).

La pequeñez de las partículas es tal que la resistencia del aire es suficiente para frenarlas y por ello no se encienden. Más bien, caen suavemente sobre el suelo.

La mayoría de meteoritos hallados en la Tierra no superan el tamaño de un puño, pero pueden ser tan grandes como un edificio, como aquellos que han dejado cráteres sobre la superficie lunar.

En la Luna, a falta de atmósfera, los meteoritos no se desintegran antes del impacto.

No obstante, uno de los cráteres de impacto mejor conservados está en Barringer, Arizona –Estados Unidos– y mide casi un kilómetro de diámetro. Con 50.000 años de antiguedad, ese cráter lo abrió un meteorito en la década de 1920. Desde entonces, se han identificado unos 170 en el planeta, añade la NASA.

Más de 50.000 meteoritos han sido encontrados en la Tierra. De ellos, el 99,8% se cree que proceden de asteroides.