Fiscala de la CPI investiga presuntos crímenes de guerra en territorios palestinos

Según el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, la decisión es reflejo de “la esencia misma del antisemitismo y de la hipocresía”

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La Haya. La fiscala de la Corte Penal Internacional (CPI) anunció el miércoles la apertura de una investigación sobre presuntos crímenes de guerra en los territorios palestinos, una decisión que Israel calificó de “política”.

Anteriormente, Fatou Bensouda había declarado que existían “bases razonables” para creer que miembros de las fuerzas israelíes, de las autoridades israelíes, de Hamás y de grupos armados palestinos habían cometido crímenes durante la guerra de Gaza en el 2014.

“Confirmo en el día de hoy (miércoles) la apertura de una investigación sobre la situación en Palestina por parte de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI)”, declaró en un comunicado.

“La investigación abarcará crímenes dentro de la jurisdicción de la Corte que supuestamente fueron cometidos (...) desde el 13 de junio del 2014”.

Al contrario que Palestina, Israel no se adhirió a la CPI y se opone totalmente a la apertura de cualquier instrucción judicial sobre esos sucesos.

La fiscala declaró que la investigación se realizaría “con total independencia y objetividad, sin temores y sin tomar partido” por nadie.

En una resolución histórica, la Corte con sede en La Haya dictaminó hace un mes que puede examinar los asuntos en territorios palestinos.

En diciembre del 2019, la fiscala Fatou Bensouda afirmó que deseaba que se llevara a cabo una investigación completa tras la realización de una preliminar, de cinco años, e instó a la CPI a determinar si su alcance abarcaba los territorios palestinos.

‘Antisemitismo’

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó el anuncio de la CPI este lunes y afirmó que su decisión refleja “la esencia misma del antisemitismo y de la hipocresía”.

“Defenderemos a cada soldado, cada oficial, cada civil y les prometo que lucharemos por la verdad hasta que esta decisión escandalosa sea anulada”, declaró en un discurso televisado.

Previamente, su ministro de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazi, había calificado la decisión de “política” y afirmó que constituía “un acto de quiebra moral y legal”.

La Autoridad Palestina, en cambio, celebró la decisión de la CPI, y su Cancillería afirmó en un comunicado que la investigación es “necesaria y urgente” y llamó a “no politizar el desarrollo de esta investigación independiente”, comprometiéndose a proporcionar “toda la asistencia” necesaria a la CPI para que pueda investigar.

Por su parte, Estados Unidos manifestó su desacuerdo. “Nos oponemos firmemente y estamos decepcionados por el anuncio del fiscal de la CPI”, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

En febrero, Washington ya había indicado que se oponía a que Israel fuera investigado porque no es miembro de la Corte.

Israel ocupó Cisjordania y la franja de Gaza durante la Guerra de los Seis Días de 1967, y luego anexó Jerusalén Este.

Hoy, en esos territorios residen al menos cinco millones de palestinos, que según Naciones Unidas viven bajo la ocupación israelí.

La franja de Gaza está sometida a un bloqueo impuesto por Israel y está gobernada por el grupo islamista Hamás.

La investigación israelí-palestina constituirá la primera prueba de importancia para el nuevo fiscal de la CPI, Karim Khan, un abogado británico que fue nombrado en febrero para remplazar a Bensouda, quien abandonará el cargo en junio.

Por otro lado, Fatouma Bensouda fue sancionada por Estados Unidos por haber decidió investigar unos supuestos crímenes de guerra cometidos por soldados estadounidenses en Afganistán.