Kevin Bacon pierde parte de su fortuna en una estafa piramidal

Bernie Madoff fue el responsable de la pérdida de una gran cantidad de dinero del actor y su esposa Kyra Sedgwick

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Kevin Bacon y su esposa Kyra Sedgwick vienen construyendo exitosas carreras en Hollywood desde hace décadas. Papeles en reconocidas películas y series ubicaron a la pareja entre los actores más requeridos y mejor remunerados de la industria del entretenimiento estadounidense. Sin embargo, su fortuna no se condice con ese recorrido y no precisamente por su alto nivel de gastos: la pareja fue estafada por uno de los más grandes embaucadores de la historia de su país.

Así lo reveló el actor de Footlose en el podcast Smartless, realizado por Jason Bateman, Sean Hayes y Will Arnett. Ahí, Bacon aseguró haber perdido “la mayor parte” de su riqueza en el esquema Ponzi de Bernie Madoff.

Este esquema, utilizado por Madoff, fue uno de los fraudes más grandes de la historia. Además de Bacon, cayeron otras víctimas igualmente famosas como John Malkovich, Steven Spielberg, los propietarios de los Mets de Nueva York y la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt.

Bacon y Sedgwick invirtieron “la mayor parte” de su dinero en el esquema antes de que se descubriera evidencia de fraude. “De todos modos, esa experiencia nos dejó varias lecciones de vida obvias. Ya sabés (…), si algo es demasiado bueno para ser verdad, es demasiado bueno para ser verdad”, reflexionó el actor el pasado martes 11 de octubre.

Añadió que “cuando sucede algo así, te mirás y luego decís: ‘Bueno, esto apesta. Arremanguémonos y pongámonos a trabajar’”.

Con esa misma actitud positiva, Bacon se mostró agradecido porque en su caso la estafa no consiguió quebrarlos anímicamente. “Hemos llegado hasta aquí, nuestros hijos están sanos, nosotros estamos sanos”, continuó el intérprete de 64 años.

”Todavía podemos trabajar los dos y, ciertamente, te enojás por lo que ocurrió, pero tengo que decir que había mucha gente que terminó mucho peor que nosotros. Personas mayores, personas cuyos fondos de jubilación fueron diezmados por completo”, agregó.

Bacon dijo que “nunca hay que perder de vista que siempre hay alguien que la está pasando mucho peor que vos”, reforzó y dio por terminado el tema con un consejo para quienes estén transitando una situación similar: “Aunque parezca un cliché, lo que no te mata te hace más fuerte”.

El gran estafador

Madoff murió en abril del 2021, a los 82 años, mientras cumplía una condena de 150 años. El exinversor millonario había disfrutado de una vida de privilegios, producto de haberse quedado con las riquezas ajenas hasta que fue inculpado por realizar una de las mayores estafas financieras de la historia. El hombre llegó a estar 12 años en la cárcel por haber armado una pirámide financiera de $65.000 millones.

En 2009, luego de haber sido denunciado por sus propios hijos y viendo que se avecinaba una gran investigación acerca de su proceder, admitió ante los juzgados de Nueva York haber estafado a miles de clientes con miles de millones de dólares en inversiones durante décadas.

Madoff siempre se movió en el ámbito de las finanzas y su empresa, Bernard Madoff Investment Securities, tenía una gran reputación en el ambiente de Wall Street. No se sabe en qué momento echó mano al esquema piramidal o Ponzi. Solo se sabe que así comenzó ganar dinero sin arriesgar el propio y mantener su vida de lujos: usaba dinero de nuevos inversores para pagar a los más antiguos.

En 2000, Harry Markopolos fue el primero que se dio cuenta del fraude y un año después colaboró con el periodista Michael Ocrant en la elaboración de un informe destinado a inversores. Esa información no tuvo ningún tipo de rebote en la opinión pública, ni en los juzgados, ni en Wall Street. Por eso, comenzó a preguntarse cuán grande era la influencia de Madoff.

Cuatro años más tarde, Markopolos envió una denuncia de 19 páginas a la Securities and Exchange Commission (SEC), la agencia que regula el mercado de valores. Tampoco obtuvo mucha repercusión, incluso, una sobrina de Madoff luego se casó con uno de los funcionarios de la SEC.

Al parecer, todo empezó a hacerse público frente a la crisis financiera que atravesaba los Estados Unidos y cuando unos clientes del inversor decidieron retirar cerca de $7.000 millones de sus fondos y Madoff no pudo cubrir esos retiros. Esto ocasionó el comienzo del derrumbe de su imperio y con él sus clientes, entre las que había organizaciones benéficas y fundaciones, así como familias de clase media que habían confiado en la imagen que se había construido.

De un día para otro se convirtió en el hombre más odiado, ya que al tener a clientes tan públicos como Spielberg, su historia no pasó desapercibida. Fue entonces que sus dos hijos, en 2008, decidieron denunciarlo por estafa piramidal y Madoff aceptó su culpabilidad y fue sentenciado a 150 años de cárcel. Quizás su estrategia fue una manera de proteger a su madre, Ruth –quien también habría estado al tanto del fraude–, a su familia y a terceros involucrados.

Un fideicomisario designado por el tribunal ya ha recuperado más de $13.000 millones de un estimado de $17.500 millones que los inversores pusieron en el negocio de Madoff. En el momento de su arresto, los extractos de cuentas falsos les decían a los clientes que tenían participaciones por valor de $60.000 millones.

El resto de su familia salió indemne de la condena social. Los dos hijos de Madoff murieron: Andrew de cáncer a los 48 años y Mark por suicidio a los 46 en 2010. Solo su esposa, Ruth, logró sobrevivirlo.