Oso polar mata a dos personas en zona remota de Alaska

Animal fue abatido por un testigo; desde 1990 no se registraba un ataque de este tipo en la zona

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Los Ángeles. Un oso polar mató a dos personas en un área remota de Alaska, informó la Policía, en un ataque poco frecuente contra seres humanos. Los hechos se registraron el martes 17 de enero, en Wales, en la costa occidental del estado.

Al notar la agresión un testigo abatió a tiros al oso, pero ya era tarde para salvar a las víctimas. “Los informes iniciales indican que un oso polar ingresó a la comunidad y persiguió a varios residentes”, dijo la Policía en un comunicado.

“El oso atacó fatalmente a una mujer adulta y a un varón joven; un residente local le disparó y lo mató cuando atacó a la pareja”, se lee en el documento, que también informó sobre el envío de tropas estatales y autoridades del Departamento de Pesca y Caza, las cuales llegarían “cuando las condiciones meteorológicas lo permitan”.

Las identidades de las víctimas no se hicieron públicas, ya que la Policía aún trataba de contactar con los familiares de los fallecidos. Los ataques de osos polares son extremadamente raros. Según los medios locales el encuentro más reciente entre un humano y un oso polar en Alaska databa de 1990.

Según la Organización No Gubernamental (ONG) canadiense Polar Bears International, los osos polares mataron solo a 20 personas en todo el mundo entre 1870 y el 2014, aunque se comprobó que la frecuencia de los ataques está aumentando.

Wales, un pueblo de 150 personas a orillas del Estrecho de Bering, que separa Estados Unidos de Rusia, forma parte de un grupo de comunidades indígenas que tradicionalmente cazan osos polares para subsistir.

Los gigantescos osos —los machos pueden llegar a pesar 680 kilos— enfrentan amenazas cada vez mayores por el cambio climático, con su hábitat de hielo marino en el Ártico desapareciendo a medida que el extremo norte se calienta hasta cuatro veces más rápido que el resto del mundo.

Los osos, cuyas poblaciones están disminuyendo, dependen del hielo para buscar focas y para desplazarse y reproducirse. Algunas comunidades del Ártico forman patrullas para protegerse de estos animales, aunque actualmente no había ninguna en funcionamiento en Wales, según el diario local Anchorage Daily News.