En busca de Wilson: 70 uniformados y dos perras en celo se adentran en la selva colombiana

El héroe de cuatro patas que ayudó a encontrar a los niños en la selva de Colombia aún se encuentra desaparecido

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Bogotá. Hace dos semanas Wilson rompió la correa que lo unía a su guía y se lanzó a la selva colombiana tras el rastro de cuatro niños extraviados que sobrevivieron a un accidente tras estrellarse una avioneta en Colombia. Los niños aparecieron, pero se desconoce el paradero del perro.

Mientras, unos 70 uniformados apoyados por dos perras en celo tratan de ubicar a este pastor belga malinois en la inmensidad de la selva del departamento de Caquetá (sur). Sus entrenadores en Bogotá esperan que esté usando “su instinto de caza” para sobrevivir.

“Es un perro muy fuerte, muy bien formado, tenemos la confianza de que esté vivo todavía”, manifestó a esta agencia el soldado Elvis Porras, instructor canino de la Escuela de Ingenieros Militares, donde se formó Wilson.

Porras espera que el can de seis años esté “despertando su instinto de caza para sobrevivir”, al fin y al cabo es “descendiente directamente del lobo”.

Los indígenas Lesly de 13 años, Soleiny de nueve, Noriel de cinco, y Cristin de uno deambularon durante 40 días por la misma selva antes de ser encontrados bajos de peso y deshidratados el viernes pasado.

Durante su recuperación en el Hospital Militar de Bogotá, las hermanas mayores hicieron un dibujo en el que se ve un perro en medio de árboles, junto a un río y lleva escrito en negro el nombre Wilson.

“Antes de perderse, el perro orientó a la tropa hasta puntos clave para el seguimiento y para descifrar el camino que estaban haciendo los niños”, detalló Edgar Fontecha, otro instructor canino de la escuela.

El Ejército y familiares de los indígenas sospechan que Wilson fue el primer miembro del equipo de búsqueda en tener contacto con los hermanos.

Para recuperarlo, "insertamos dos perritas en celo (a la selva). Wilson está castrado, sin embargo, esperamos que se le active su instinto y vaya hacia las perras", explica el general Pedro Sánchez, quien comandó la operación de rescate de los menores y ahora espera hacer lo mismo por el canino.

#VamosPorWilson, #FaltaUno, #WilsonHeroeNacional son algunos de los numerales con los que usuarios de redes sociales claman por el regreso del perro.

Camada W

Mientras tanto, otro pastor belga desciende desde las alturas atado a un arnés en la Escuela de Ingenieros Militares. En unos meses el animal repetirá el ejercicio desde un helicóptero.

Wilson, el más fuerte de la “camada W” llamada así porque todos los cachorros fueron bautizados con nombres que inician con esa letra, se formó durante 14 meses en esta Escuela ubicada en el suroriente de la capital.

"Era el perro que estábamos buscando: fuerte, que no tuviera miedo, que fuese muy curioso", recuerda Fontecha

Casi 60 canes se entrenan aquí para detectar explosivos, drogas, hacer rescates bajo edificios colapsados o rastrear personas en misiones humanitarias, la especialidad de Wilson.

Este tipo de perros se entrenan en binomios, donde se les asigna un único "guía" militar que los acompaña a lo largo de su vida en distintas operaciones. Cristian David Lara, la dupla de Wilson, permanece en la selva para intentar encontrarlo.

Según Fontecha, al parecer, el perro rompió la cuerda que lo ataba a Lara y se fue a hacer lo suyo, a seguir el rastro de los menores hasta que se perdió.

De pronto "las ganas de acertar, de encontrar, de buscar su objetivo" le jugaron una mala pasada, especula Porras.

De su lado, el general Sánchez dice que "no es habitual" ver esta conducta en perros militares.

“Me invade la tristeza. Saber que es un hijo de casa y que es el único que no pudo salir del área después de un resultado tan bueno”, se lamenta el soldado Porras.