Ella ganó la versión afgana de ‘American Idol’ y se convierte en símbolo de las mujeres en Afganistán

La cantante afgana Zahra Elkham que quiere luchar contra los talibanes con su música

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Zahra Elkham, de unos 20 años y miembro de la comunidad hazara, conocida por ser la más progresista de Afganistán, ganó el concurso 'American Idol’ en un momento en que numerosas afganas temen que sean cuestionados sus derechos en caso de un precipitado acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes.

La discreta joven, interrogada por la AFP en los locales de la cadena afgana Tolo, organizadora del concurso, y cuya voz rasgada y aguda encantó al público, parece sorprendida por su nueva notoriedad.

“Estaba orgullosa, pero al mismo tiempo emocionada por ser la primera mujer que triunfa” en el concurso ‘Afghan star’, que ya va por su 14ª edición, afirma la joven, cuyos cabellos castaños están cubiertos con un pañuelo verde oliva.

“Nadie cantaba en mi familia” confiesa, y dice que se entrenó ‘Mirando videoclips’ en Internet, y sobre todo inspirándose en sus “ídolos”, en especial la cantante pop afgana Aryana Sayeed.

Sayeed, comparada en Afganistán a Kim Kardashian por sus atuendos ajustados y sus ‘selfies’ (sorprendente comentario en un país tan conservador), fue una fuente de motivación para Zahra Elham, que dice querer triunfar “contra viento y marea”

“Cuando vi a esta chica, me dije: “si ella puede hacerlo, yo también. Ella tiene dos brazos y dos piernas, y yo también”, recuerda la joven, también seguidora del canadiense Justin Bieber y el cantante sueco Maher Zain.

Zahra Elham admite que se ha convertido en un embajadora para las mujeres afganas.

Aunque Zahra Elham quiere "permanecer lejos de la política", sí comparte los temores de muchas asociaciones de defensa de los derechos de las mujeres en Afganistán por un posible retorno al poder de los talibanes, que negocian desde hace meses un acuerdo de paz con Washington.

Cuando dirigieron el país entre 1996 y 2001, los talibanes habían confinado a las mujeres a labores domésticas, frenando claramente la educación de las muchachas.

Afganistán efectuó entonces una radical vuelta cultural hacia atrás. Los televisores eran colgados de las farolas y la música, prohibida.

Ahora los derechos de las mujeres siguen siendo ignorados en los medios rurales, y Zahra Elham quiere "a través de su música, servir a su pueblo" y "luchar por la igualdad".

De momento, antes de soñar con una carrera internacional comparable a la de su ídolo, Zara Ehlman espera que prospere su popularidad "a través de la realización de un clip" y aprendiendo a tocar la guitarra.

“Mi futuro es la música. Y puedo convertirlo en algo luminoso si canto”, asegura la joven artista.