Despidiendo el 2018: acróbatas suspendidos por grúa en Roma, reto de fogatas en Holanda, muñecos de Trump en Nicaragua...

Algunos países hacen gala de sus tradiciones para darle la bienvenida al 2019 y comenzar el año con ‘el pie derecho’

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Cada país se alista a su manera para recibir el 2019 y despedir el año que agoniza.

En Nicaragua, por ejemplo, quemarán muñecos vestidos con ropa vieja para representar el 2018. Entre los más llamativos que se usarán en esta ocasión para supuestamente “espantar las malas vibras”, destacan figuras del polémico presidente estadounidense Donald Trump.

En los Países Bajos, dos pueblos están compitiendo por construir la fogata más grande. Los habitantes de Scheveningen ya construyeron una estructura de madera con varios niveles en la playa que está lista para prenderse la noche del 31 de diciembre.

Los brasileños, por su parte, preparan ofrendas para Yemanja, la diosa del mar, en un ritual en que lanzan flores y pequeños barcos a la orilla del agua para traer paz y prosperidad. Vestidos de blanco, también brincarán siete olas y pedirán siete deseos durante la Nochevieja.

En Roma, el grupo de teatro Kitonb se prepara para presentar a sus famosos bailarines aéreos colgados de una grúa en el espectáculo de año nuevo del Circus Maximus.

Los venezolanos también están listos para despedir un difícil 2018, y representarán las calamidades de su patria en la llamada quema del año viejo, una antigua tradición en Táchira, estado fronterizo con Colombia. Cada 31 de diciembre se celebra dicho ritual que busca dejar atrás lo malo con ‘monigotes’ que serán incinerados a la medianoche.

Ana Quintero, de 53 años, quien ha visto partir a varios familiares huyendo de la crisis venezolana, armó frente a su casa una escena de la migración que incluye un viejo carro lleno de maletas con una familia a bordo, un puesto de pasaportes y una valla en la que se lee: “¡Adiós, Venezuela!”.

“Este año habrá cinco sillas vacías en el comedor de nuestro hogar, es fuerte expresar este dolor que sentimos”, contó Ana a la AFP con voz entrecortada.