Del arte callejero al Vaticano, la carrera inesperada del autor del ‘Superpapa’

En el 2014 pegó una caricatura del papa como superhéroe en una pared a escasos pasos del Vaticano.

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Ciudad del Vaticano. Diez años después de su grafiti del papa Francisco como superhéroe, que se volvió viral, el artista italiano Maupal se ha ganado un lugar como el dibujante oficioso del Vaticano, que utiliza su arte para comunicarse con los fieles.

“Yo creé una suerte de empatía con el papa Francisco”, dice a la AFP el dibujante Mauro Pallotta, su verdadero nombre, en los despachos de su empresa de comunicación, en Roma.

Sin embargo, la trayectoria de este artista satírico y mordaz distaba mucho de estar definida, y aún menos de estar destinada a promover a la Iglesia.

Sin ir más lejos, hace unos años, su obra se presentaba como decididamente antisistema como, por ejemplo, con la imagen de un cardenal pidiéndole matrimonio a una religiosa.

Hoy, Maupal afirma tener “un pie” dentro del Vaticano, y cada semana, durante la Cuaresma (el periodo que precede a la Pascua), publica uno de sus dibujos inspirados en un mensaje del jesuita argentino.

“Todo fue complicado hasta los 42 años”, cuenta el dibujante, graduado de la academia de Bellas Artes de Roma, recordando que, hace un tiempo, para llegar a fin de mes, trabajaba como lavaplatos en un restaurante.

Hasta una noche de enero de 2014 en la que decidió, de forma impulsiva y sin autorización, pegar una caricatura del papa como superhéroe en una pared a escasos pasos del Vaticano.

En el dibujo se ve a un hombre con sotana blanca, gafas en la nariz y el brazo en alto al estilo de Superman. En la otra mano, lleva un maletín negro con la inscripción “Valores”, del que sobresale una bufanda del San Lorenzo de Buenos Aires, el club de fútbol favorito del papa Francisco.

“Quise representarlo como una persona simple y humilde, pero que también es papa, un superhéroe totalmente atípico”, recuerda Maupal.

El grafiti, llamado “Superpope”, fue retirado rápidamente pero “cambió un poco (su) vida”: lo que originalmente era un “guiño humorístico” se convirtió en un éxito a nivel mundial. “No me lo esperaba, de verdad. Nunca había hecho ‘street art’”, admite.

Desde entonces, Maupal ha representado al sumo pontífice en una veintena de obras, haciendo de todo: jugando al tres en raya; inclinado sobre una escalera; pintando el símbolo de la paz; con un salvavidas; cargando con el globo terráqueo a la espalda...

“Aunque sea un personaje muy importante, entendí que si lo represento en nuestro día a día, lo devuelvo a lo que él realmente es (...) A través del procesamiento gráfico, lo acerco a la gente”, apunta el artista, insistiendo en su “simplicidad”.

Sus dibujos han sido expuestos en galerías de todo el mundo, de Londres a Miami, y también han sido estampados en camisetas.

Ha estado tres veces con su modelo. “La primera vez que hablamos, hace un año, me dijo: ‘¿Pero por qué me dibujas siempre tan panzón’?”, dice, bromeando.

Gracias a su renombre internacional, ahora imparte talleres en escuelas, cárceles y residencias de ancianos.

Sus temas de predilección van en línea con los de Bergoglio: la justicia social, la violencia contra las mujeres y la tragedia de los migrantes. “Cuando un tema me indigna, intento ponerlo en el centro de atención”, explica.

Maupal, de unos 50 años, tuvo una educación católica pero no es practicante. Ahora, según cuenta, su colaboración con la Santa Sede hizo que la “visión” que tenía del Vaticano “cambiara totalmente”.

“No me sorprendería que el arte callejero se convirtiera en parte integrante de los medios del Vaticano porque han entendido que se trata del género artístico más contemporáneo de todos”, sostiene.