Eduardo Ulibarri: ‘Es una base muy sólida, pero no es el final’

Eduardo Ulibarri, embajador de Costa Rica ante la ONU

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¿Cuáles son los mayores avances que trae este tratado?

Tiene tres ámbitos fundamentales. Uno es que introduce criterios de transparencia: establece que los países deben crear listas, y hacerlas públicas, de sus exportaciones e importaciones de armas.

”El otro es que crea criterios que los países deben tomar en cuenta al autorizar una exportación. Entre ellos está, por ejemplo, que las armas no puedan caer en manos de usuarios que no están autorizados, y se hace específica mención a la delincuencia organizada y el terrorismo. Tampoco se deben exportar armas cuando se tiene conocimiento de que pueden ser usadas en crímenes de lesa humanidad.

”Además, contempla la posibilidad de que los países que lo suscriben y son del mundo no desarrollado, puedan recibir ayuda internacional para cumplir con las previsiones del Tratado”.

¿Cuáles fueron los puntos más sensibles durante los siete años de negociación?

Uno de los más sensibles fue si incluir o no las municiones en el ámbito de alcance del Tratado. Al final, las municiones no están incluidas, pero los países, cuando vayan a exportar municiones o repuestos, están obligados a aplicar los cuidados que se deben tomar en cuenta al exportar armas.

”Otro tema controversial era qué tipo de mayoría se necesitaría para reformar el Tratado. Finalmente, se decidió que fuera con los dos tercios de los países que lo hayan suscrito.

”También creó controversia en qué medida los grupos no estatales quedaban cubiertos o no del Tratado. Ahí hubo transacción y se usó una frase que dice que no pueden exportarse armas para usuarios o usos no autorizados, lo cual es un poco ambiguo, pero fue lo que se pudo acordar”.

De hecho, reclamos de países como Rusia, Siria e Irán surgen de esa frase...

Desde nuestro punto de vista, esa frase cubre a los grupos no estatales, pero uno también podría decir que explícitamente no los cubre. Pero, bueno, algunos están buscando, y este es el caso de Irán, argumentos para justificar la oposición, y desde ese punto pueden elaborarlos.

¿Se establecen instrumentos para controlar el cumplimiento?

Realmente, no. Un tratado es un acuerdo contractual en el que los países se obligan a una serie de normas. No hay una lista de sanciones explícitas que se activarían si un país incumple. Pero hay que considerar que si un país irrespeta las reglas, será sometido a sanciones políticas, que, obviamente, serán irrelevantes para unos países, pero para otros no.

”En extremos en que el incumplimiento ponga en riesgo la paz o la seguridad internacional, el Consejo de Seguridad podría entrar en beneficio de sus competencias”.

¿Cuál es el avance con este tratado si, a fin de cuentas, países problemáticos no lo ratifican?

Legalmente quedarían fuera, pero el no ratificarlo implica colocar al país en una categoría desfavorable desde la opinión pública y la política multilateral. El costo de no adherirse probablemente irá aumentando en proporción a la cantidad de países que lo ratifiquen y el poder de esos países.

En esa línea, en Estados Unidos la Asociación Nacional del Rifle (ANR) ejerce presión para que el Senado no ratifique el acuerdo. ¿Existe temor de que eso suceda tratándose del mayor exportador de armas?

La dinámica de la política interna de EE. UU. es muy compleja. La ANR tiene gran influencia y hay una historia de cierta reticencia del Senado a suscribir tratados internacionales. Yo creo que si prevalece una discusión racional, que considere que es un tratado exclusivo de transacciones internacionales y que no afecta las políticas internas de regulación, se reduciría la posibilidad de persuasión de la ANR.

¿Por qué los drones (aviones teledirigidos) no están dentro de las armas reguladas?

Yo diría que un drone , en la medida en que no esté armado, evidentemente escapa al ámbito del Tratado. Aunque, claro, uno puede importar un drone desarmado y luego incorporarle los elementos letales.

”Presumo, no me consta, que no se incluyeron explícitamente porque, primero, son un tipo de desarrollo muy nuevo; segundo, porque Estados Unidos, que es quien más ha venido desarrollando más esta tecnología, hizo todo lo posible porque no estuvieran incluidos; y, tercero, porque son armas cuyo uso en conflictos irregulares no se ha puesto de manifiesto. Entonces no se sintió urgencia de incluirlos.

Si este tratado estuviera hoy en vigencia, ¿qué tipo de situaciones actuales podrían estarse desarrollando de forma distinta?

Yo tendería a suponer que se reduciría la capacidad de grupos de crimen organizado y y el narcotráfico de obtener armas con la extrema facilidad con que hoy lo hacen. Creo que también, en conflictos como los que se producen en Sudán, Níger o Siria, el suministro de armas a las partes en pugna sería más restringido.

”Esos conflictos no es que desaparecerían, pero la capacidad de destrucción y fuego se reduciría, y los países que han estado interviniendo armas de manera irregular, tendrían más dificultades. Tampoco se puede pecar de ingenuo y decir que la aprobación va a cesar las irregularidades. Hay que verlo como un proceso; es una base muy sólida para avanzar, pero no es el final”.