Yihadistas obligan a huir a miles de cristianos en territorio de Siria

Yihadistas llevan a alrededor de 90 secuestrados a un baluarte en el norte

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

Beirut. EFE, AFP y AP. Temerosos de ser víctimas de secuestros, asesinatos o conversiones forzadas, alrededor de 5.000 cristianos han abandonado sus hogares en el noreste de Siria, donde se están dando encarnizados combates entre el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y combatientes kurdos.

Este escape se conoce después de que, el lunes, el EI secuestró a por lo menos 90 cristianos , cuya suerte se desconoce.

El portavoz de la Organización de Asistencia de la Iglesia Asiria del Este, Joseph Haweil, destacó que esas personas huyeron de sus casas en pueblos del sur de la provincia de Hasake.

Unas 600 familias fueron acogidas en la catedral de Santa María, en la ciudad de Hasake, mientras que otras escaparon a la población de Kameshli, en la misma provincia.

Activistas y medios estatales en Beirut dijeron ayer que el grupo sunita ultrarradical comenzó a trasladar a esos rehenes a uno de sus baluartes en el norte sirio.

La agencia estatal de noticias siria SANA y la Red Asiria por los Derechos Humanos en Siria indicaron que los rehenes fueron trasladados a Shaddadé, ciudad al sur de Hasake, controlada por el Estado Islámico.

Estados Unidos y una coalición de socios regionales, que despliegan una campaña aérea contra el grupo, a veces han atacado Shaddadé, ciudad de mayoría árabe.

“Además de su estrategia de terror, la toma de rehenes para usar como escudos humanos y protegerse de los ataques aéreos de la coalición, es otro de sus objetivos”, manifestó Osama Edward, director de la red asiria, que tiene su sede en Estocolmo.

El secuestro en masa acentuó los temores de las minorías religiosas en Siria e Irak, blancos frecuentes del EI. Durante su campaña en ambos países, donde ha instaurado un autodenominado califato, ha atacado, matado, expulsado o esclavizado a las minorías y destruido sus templos.

Según Edward, “el número de rehenes, en su gran mayoría, mujeres, niños y ancianos, oscila entre 70 y 100 personas”.

Alrededor de 30.000 asirios, una de las comunidades más antiguas convertidas al cristianismo, vivían en Siria antes del comienzo de la guerra en el 2011, la mayoría de ellos en Hasake.

“Los yihadistas irrumpieron en las casas el lunes hacia las 4 de la madrugada, cuando todo el mundo dormía” en la región de Al-Jabur, nombre del río que bordea 35 localidades asirias de Hasake, declaró Edward.

Después se apoderaron de una decena de aldeas, sobre todo de Tal Shamiran.

Contraataque kurdo. Sin embargo, un contraataque de las fuerzas kurdas arrebató ayer el control de varios pueblos en la provincia de Hasake.

Naser Hach Mansur, portavoz del Departamento de Defensa de la región autónoma kurda siria de Al-Yazira, donde se ubica Hasake, afirmó por teléfono que los kurdos se hicieron con el dominio de Tal Shamiran, Tal Hurmuz y Tal Nasari, donde vivían los asirios secuestrados.

“El avance es lento, pero constante”, aseveró.

Los kurdos también lograron el control de parte de la población de Guinish, en poder del EI y cuyos habitantes son, en su mayoría, musulmanes sunitas.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que en Guinish los radicales quemaron ocho casas y una escuela, mientras que en Tal Shamiram una iglesia fue destruida en parte.