Tropas de Irak ocupan tres barrios de ciudad todavía en poder del Estado Islámico

Unos 30.000 civiles están atrapados por los combates, dice la ONU

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Tal Afar, Irak

Las fuerzas gubernamentales tomaron el control este martes de tres barrios de Tal Afar, uno de los últimos feudos de los yihadistas en Irak, dos días después del inicio de una ofensiva para recapturar esa ciudad que están en poder del grupo Estado Islámico (EI).

La arremetida coincidió con la visita del jefe del Pentágono, Jim Mattis, a ese país para reafirmar su apoyo a las fuerzas del Gobierno de Bagdad.

Más de un mes después de que las tropas gubernamentales arrebataron Mosul, segunda ciudad del país, al EI, las tropas iniciaron el domingo el asalto a Tal Afar, situada 70 km al oeste, en el norte iraquí.

Apoyado por la fuerza aérea de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, el Ejército también cuenta con la ayuda, en esta nueva ofensiva, de Hashd Al Shaabi -unidades paramilitares-, de la Policía Federal y de las fuerzas especiales de contraterrorismo.

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En un comunicado, Hashd Al Shaabi, dominado por las milicias chiitas, anunció haber tomado, con las fuerzas armadas, "el control completo" de los barrios de Al Kifah, Al Nur y al Askari de Tal Afar.

Batalla compleja. Desde la mañana, las fuerzas iraquíes se habían concentrado a las puertas de la ciudad, antes de entrar desde varios frentes donde, según funcionarios locales, estarían atrincherados un millar de yihadistas.

Ahmed Al Asadi, portavoz de Hashd Al Shaabi, dio cuenta de combates "violentos" y adelantó que la reconquista de Tal Afar no sería "larga". "Llevará semanas", dijo mientras que la toma de Mosul duró nueve meses.

En una fulgurante operación lanzada en el 2014, el EI se apoderó de casi un tercio de Irak, aunque después perdió mucho terreno por las múltiples ofensivas lanzadas por el poder iraquí y sus aliados. En la vecina Siria también ha ido perdiendo terreno.

Con la ofensiva de Tal Afar, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), afirmó temer el éxodo de "miles" de civiles. Alrededor de 1.500 familias llegaron a un campamento de tránsito en los últimos días, mientras que se está preparando la acogida de hasta 22.000 personas de Tal Afar, precisó.

En Nueva York, Naciones Unidas indicó este martes que "unos 30.000 civiles están atrapados en los combates" allí.

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"Se está proporcionando asistencia humanitaria en puntos de reagrupamiento del sur y el este de Tal Afar", precisó el jefe de prensa de la organización internacional, Stéphane Dujarric. "Más de 300 personas pasaron por estos puntos" el lunes, agregó.

El rápido avance hacia Tal Afar coincidió con la visita de Mattis a dirigentes iraquíes en Bagdad, incluido el primer ministro, Haider Al Abadi.

Objetivo clave. Mattis reiteró el apoyo de su país a la lucha iraquí contra los yihadistas y destacó la necesidad de "vencer al EI y restaurar la soberanía y la integridad territorial de Irak".

"Los días del EI están contados, seguro", consideró Mattis.

Sin embargo, advirtió antes de su llegada a Bagdad de que el EI "no ha desaparecido todavía y eso no ocurrirá pronto".

Los yihadistas "mostraron que eran incapaces enfrentar a nuestras tropas en el combate, y no han recuperado una pulgada de terreno perdido", añadió.

La "liberación" de Mosul restauró la confianza en el Gobierno iraquí, aseguró Mattis, si bien las fuerzas iraquíes registraron "más de 1.200 muertos y de 6.000 heridos".

Esta victoria, afirmó, no habría podido producirse "sin la mano firme del primer ministro Abadi, que reconstituyó este Ejército, destrozado en el 2014, ni sin el apoyo de Estados Unidos.

La continuación de este apoyo estadounidense todavía tiene que ser acordada con los responsables iraquíes.

Tras la retirada en el 2011 de las tropas estadounidenses que quedaban en Irak luego de la invasión del 2003, Washington desplegó cientos de consejeros militares para apoyar al Gobierno contra los yihadistas.

El jefe del Pentágono espera mantener a algunas fuerzas en el país para entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes, con el objetivo de impedir un resurgimiento del EI, explicó Nicholas Heras, experto del Center for a New American Security, en Washington.

Después de Bagdad, el jefe del Pentágono viajará a Erbil, en el norte iraquí, para reunirse con Masud Barzani, presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí.

Uno de los primeros desafíos que tendrá que enfrentar el Gobierno federal es el referendo sobre la independencia del Kurdistán iraquí, previsto para el 25 de setiembre.

Washington se opone firmemente a la consulta pues, según McGurk, "podría ser catastrófico para la campaña anti-EI". "No solo Estados Unidos, todos los miembros de nuestra coalición creen que no es un buen momento para organizar este referendo", recalcó.

Mattis, cuya gira de cinco días lo llevó a Jordania, Irak y, de ahí, a Turquía y Ucrania, también discutirá sobre la reconstrucción y el realojamiento de los cientos de miles de desplazados, principalmente de Mosul. "Eso no ocurrirá de un día para el otro", previno.