Presos de seis cárceles de Ecuador liberan a los 57 guardias y policías que estaban retenidos

Cientos de soldados y policías realizaron un operativo de búsqueda de armas, municiones y explosivos en una cárcel de la andina Latacunga el pasado miércoles 30 de agosto

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Quito. Presos de seis cárceles de Ecuador liberaron a cerca de 60 agentes penitenciarios y policías que tenían retenidos, en medio de una arremetida de la violencia narco, informó este viernes el organismo estatal a cargo de las prisiones (SNAI).

Los 50 agentes y siete policías “ya fueron liberados, pasaron por evaluaciones médicas para verificar su estado de salud y están a buen recaudo”, señaló la entidad en un comunicado. Las autoridades informaron sobre las retenciones el pasado jueves, pero se desconoce cuánto tiempo estuvieron los uniformados en poder de los reclusos y en qué cárceles.

En medio de una jornada violenta por el estallido de dos coches bomba en Quito, la entidad señaló en un comunicado que siete policías y 50 agentes carceleros “estaban retenidos en seis centros de privación de libertad”, sin ahondar en más detalles.

“Las medidas que tomamos, en especial en el sistema penitenciario, generaron reacciones violentas de las organizaciones criminales que pretenden amedrentar al Estado”, aseguró el presidente Guillermo Lasso en la red X, antes Twitter.

Más temprano el ministro de Interior, Juan Zapata, anotó que todos los guardias estaban retenidos en la prisión de Cuenca, donde los reclusos protestan desde el pasado miércoles por la presión policial.

Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador logró esquivar la violencia de las mafias. Pero en los últimos años bandas aliadas con carteles mexicanos y colombianos imponen el terror. Desde 2018 la tasa nacional de homicidios se cuadruplicó.

El pasado miércoles, cientos de soldados y policías realizaron un operativo de búsqueda de armas, municiones y explosivos en una cárcel de la andina Latacunga (sur), una de las principales de la nación y escenario de las frecuentes matanzas entre reclusos que dejan más de 430 muertos en todo el país desde 2021.

Las hipótesis sobre las retenciones cambiaron a lo largo del día. En un principio el SNAI indicó que se trataba de una represalia por esa “intervención” de la fuerza pública.

Luego, autoridades señalaron que la retención fue en protesta por el traslado de reclusos a otras cárceles.

"Estamos preocupados por la seguridad de nuestros funcionarios", expresó Zapata en rueda de prensa en Quito.

De acuerdo con el SNAI, se "está tomando una serie de acciones para recuperar el orden en el sistema penitenciario" con el apoyo de militares y policías.

Bandas vinculadas al narcotráfico sostienen una guerra por el poder y usan las prisiones como centros de operaciones.

Ante los cruentos enfrentamientos entre las organizaciones aliadas a carteles mexicanos y colombianos en las cárceles, el presidente Guillermo Lasso decretó el 24 de julio el estado de excepción en todo el sistema penitenciario por 60 días, lo cual le permite desplegar militares en las prisiones.

Estas son algunas otras claves para entender lo que está sucediendo:

Magnicidio

A un mes y medio del balotaje que elegirá al próximo presidente de Ecuador, la violencia se recrudece. La campaña presidencial quedó empañada por el asesinato a tiros de uno de los candidatos favoritos, el periodista Fernando Villavicencio, el 9 de agosto en Quito.

Las autoridades intentan frenarla ejerciendo presión en las cárceles: traslados de presos a una penitenciaría de máxima seguridad, separación de bandas enfrentadas para evitar choques, inspección de las celdas y división de los grupos criminales.

Los seis detenidos por el magnicidio fueron cambiados de prisión el miércoles pasado. Según el gobierno, esto pudo ser uno de los detonantes de los atentados con coche bomba y de los ataques con granadas que siguieron.

“Pero estamos firmes y no vamos a retroceder en el objetivo de capturar a peligrosos delincuentes, desarticular bandas delictivas y pacificar las cárceles del país”, aseguró Lasso.

Varios guardias penitenciarios estaban retenidos en la cárcel de la ciudad andina de Cuenca (sur). Militares y policías rodeaban la prisión, mientras que en el techo tres reclusos pedían a gritos a los uniformados que retrocedieran si querían obtener la liberación de los rehenes.

Uno de ellos, vestido con un pijama blanco con diseños infantiles, hablaba por un walkie-talkie.

Según el exjefe de inteligencia del ejército Mario Pazmiño, “las cárceles son cuarteles generales de las organizaciones (criminales), santuarios”, y “quien las controla no es la administración pública” ni el gobierno.

Militarización de prisiones

Horas antes de los atentados con coche bomba, cientos de uniformados realizaron un operativo de búsqueda de armas, municiones y explosivos en una cárcel de la ciudad andina de Latacunga (sur), una de las principales del país y escenario de matanzas entre reclusos.

Una segunda hipótesis del gobierno es que esta intervención provocó la furia de las bandas.

La crisis carcelaria está en el centro de la campaña presidencial para la segunda vuelta que se disputará el 15 de octubre entre la izquierdista Luisa González y el derechista Daniel Noboa.

Hijo de un magnate, Noboa propone crear un sistema de barcos prisiones en alta mar para aislar a los reclusos y desconectarlos de sus redes criminales.

Masacres de presos

Convertidas en centros de operaciones del narcotráfico, las cárceles ecuatorianas son escenario de masacres que han dejado más de 430 reclusos muertos desde 2021, decenas de ellos desmembrados e incinerados.

Un comité de pacificación creado por Lasso calificó las prisiones como “bodegas de seres humanos y centros de tortura”.

En Ecuador existen 36 prisiones para 32,200 reclusos, y la población carcelaria ronda los 31,300 presos. La mitad de ellos purga penas por tráfico de drogas, combustible de la violencia.

En 2021, la cifra de presos subió a 39,000 mil, pero las masacres llevaron al gobierno a otorgar indultos y beneficios para descongestionar las penitenciarías.

Actualmente, más de la mitad de los reclusos comparten sus celdas con hasta cinco personas, y hay celdas con más de 15 reos.