Oficialismo es favorito en elecciones en Sudáfrica

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Johannesburgo. AFP. El Congreso Nacional Africano (ANC) perdió brillo desde la victoria de Nelson Mandela en 1994, pero el partido en el poder en Sudáfrica debería ganar claramente las elecciones generales de hoy , a pesar de la decepción de millones de electores.

Más de 25,3 millones de sudafricanos inscritos en el padrón electoral deben elegir a los 400 diputados del Parlamento, que a su vez, el 21 de mayo, designarán al presidente.

Todo apunta a la reelección del actual jefe de Estado, Jacob Zuma, de 72 años, en el poder desde 2009.

Los sondeos otorgan al partido de Zuma un poco más del 60% de los votos, por debajo del 65,9% que obtuvo en el 2009.

En Sudáfrica se vive mejor que en 1994, cuando terminó el régimen del apartheid, reiteró a lo largo de la campaña el ANC, el partido fundado por Mandela.

Sudáfrica registró importantes avances durante los últimos 20 años, coinciden los observadores, que ponen como ejemplo el acceso al agua y a la electricidad.

En 1994 solo 62% de los sudafricanos tenían acceso al agua potable; en el 2004 el porcentaje es de 96. El acceso a la electricidad pasó en los últimos años de 58% a 87%.

Sin embargo, 20 años después del fin del apartheid , Sudáfrica sigue siendo un país con una gran desigualdad social, particularmente entre blancos y negros.

Los blancos ganan en promedio seis veces más que los negros, sufren menos del desempleo (7% contra 28%) y tienen un mejor acceso a la educación, que sigue siendo deplorable para la gran mayoría.

Sudáfrica registró un crecimiento promedio de 3,3% en los últimos 20 años, muy por debajo del 6% necesario para poder darle un trabajo a los millones de desocupados.

Otro grave problema en Sudáfrica es el del SIDA.

Un sudafricano de cada ocho es seropositivo y en 20 años la esperanza de vida bajó de 62 a 56 años.

El primer quinquenio de Zuma estuvo también marcado por varios escándalos, entre ellos la renovación de su residencia privada con dinero público.

Los adversarios de Zuma lo acusan de tener las manos manchadas de sangre por la represión en agosto del 2012 de una huelga de mineros en Marikana, norte del país, donde la policía mató a balazos a 34 trabajadores.

Aunque los barrios son sacudidos en forma regular por violentos motines, para la mayoría de los negros sudafricanos, 80% de la población, el ANC sigue siendo el partido que los liberó del apartheid.

El partido dominante recuperó la imagen de su militante más ilustre, Nelson Mandela, Madiba, según su nombre de clan, fallecido en diciembre pasado .

“Hazlo por Madiba. Vota ANC”, dicen los afiches del Partido Comunista, aliado del ANC.

En la oposición, según los sondeos, la Alianza Democrática (DA, liberal) obtendrá poco más de 20% de los votos, lo que representa un incremento con relación a 2009.

La Alianza Democrática sufre de su imagen de partido de los blancos, algo que el ANC recuerda en permanencia.

“Exigimos el cambio, menos corrupción, mejores servicios públicos y más empleo”, dice la dirigente Helen Zille.

A la izquierda del ANC surgió el partido Combatientes por la Libertad Económica (FFF), dirigido por Julius Malema, ex dirigente de la juventud del ANC, que plantea nacionalizar las minas y los bancos, expropiar las tierras en manos de los blancos y distribuir la riqueza.

Los sondeos le otorgan alrededor de 5% de los votos.