Territorios Palestinos
Diecinueve palestinos murieron en la noche de viernes a sábado en Rafah (sur de la franja de Gaza) en ataques aéreos israelíes, aumentando a 91 los muertos tras la desaparición de un soldado israelí cerca de esa localidad, según un nuevo balance de los servicios de rescate locales.
Durante la noche, la aviación israelí lanzó tres ataques en Rafah, donde este oficial habría sido capturado. Antes, los cuerpos de cinco palestinos fueron encontrados entre los escombros de casas y otros dos murieron en Rafah por disparos de obuses de tanque, precisó el portavoz de los servicios de rescate, Achraf al-Qodra.
En tanto, miles de palestinos abandonaron este mismo día la ciudad de Rafah, al sur de la franja de Gaza, y fronteriza con Egipto, después de que fuerzas israelíes efectuaran una incursión por tierra y se registraran intensos bombardeos de tanques y cazabombarderos.
Los combates entre las tropas israelíes y milicianos del grupo islamista Hamás se iniciaron poco antes de que entrara en vigor un alto el fuego humanitario propuesto por la ONU de 72 horas y que habían aceptado las partes en conflicto.
Los cadáveres de mujeres, niños y ancianos aparecían tendidos en las calles, mientras los heridos deambulaban gritando, las ambulancias eran incapaces de llegar a todas las víctimas y el principal hospital de la ciudad fue evacuado después de ser blanco de los disparos de tanques.
La población que abandona la zona relata que la situación de la ciudad es catastrófica.
Las operaciones del Ejército israelí por tierra y aire sobre la ciudad se intensificaron después de los intensos combates con milicianos por la mañana, que atacaron a fuerzas israelíes matando a dos soldados y tras la desaparición de un tercero, que el Ejército israelí da por capturado.
Dirigentes políticos de Hamás negaron que sus militantes hayan capturado a ningún uniformado israelí y acusan a Israel de emplear ese argumento como excusa para intensificar sus agresiones contra el pueblo palestino y culpar a las facciones palestinas de la violación del alto el fuego pactado.
Los residentes de la ciudad que huyeron de la zona para buscar refugio en la zona occidental manifestaron que la situación es caótica y que los tanques bombardearon todo (casas, carreteras, calles, mezquitas, hospitales y clínicas) y acusan al Ejército israelí de cometer una verdadera masacre en Rafah.
Charcos de sangre dan la bienvenida al visitante a la entrada del hospital Abu Yusef al-Najar, completamente evacuado tras los bombardeos de los carros blindados israelíes.
Voluntarios lograron evacuar los cuerpos de más de 50 fallecidos y centenares de heridos escaparon de la ciudad.
Ahmed Abu Anza, que perdió a dos de sus familiares, contaba entre sollozos las escenas que vio: "Mataron a mi hermana y mi hermano y luego mataron a todos nuestros vecinos. Todos murieron cuando escapaban de sus casas ondeando banderas blancas".
"La gente pasó entre dos tanques israelíes y pensaron que estaban a salvo, pero después de caminar decenas de metros, los tanques dispararon y los mataron", añadió el testigo antes de precisar que miles escaparon de sus casas, muchos murieron, otros resultaron heridos y otros sobrevivieron.
Estados Unidos pide compromiso. En tanto, el presidente estadounidense, Barack Obama, urgió al movimiento islamista Hamás a mostrar seriedad sobre su voluntad de respetar el alto el fuego acordado con Israel.
"Creo que va a ser muy difícil volver a instaurar un nuevo alto el fuego si los israelíes y la comunidad internacional no pueden confiar en que Hamás cumplirá con un compromiso de cese del fuego", dijo el mandatario en una alocución pública.
Obama señaló que Estados Unidos "condena" inequívocamente a Hamás y los grupos palestinos responsables del asesinato de dos soldados israelíes, y secuestrar a otro a apenas minutos del anuncio de un cese del fuego.
"Quiero asegurarme que ellos están escuchando", dijo Obama.
"Si están intentando con seriedad resolver esta situación, ese soldado debe ser liberado sin condiciones lo antes posible", aseguró a periodistas en la Casa Blanca.
Washington insistirá en un cese del fuego, dijo Obama, que encomendó la tarea de su secretario de Estado, John Kerry: "ha sido persistente, ha trabajado muy duro".