Miles de venezolanos vuelven a exigir salida del poder del presidente Nicolás Maduro

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Caracas

Desafiando gases lacrimógenos, decenas de miles de personas salieron este sábado a las calles de Venezuela para exigir el fin del gobierno de Nicolás Maduro, tras casi dos meses de protestas que dejan 47 muertos.

De acuerdo con los organizadores de las protestas, más de 200.000 ciudadanos acudieron al llamado de la Mesa de Unidad Democrática (MUD, bloque de oposición) para mantener la presión contra Maduro, oponerse a la propuesta de una Asamblea Constituyente "popular" y reclamar elecciones libres y transparentes.

Afirmaron que en Caracas más de 160.000 opositores se congregaron en la principal autopista e intentaron caminar, sin éxito, hacia el Ministerio del Interior, en el centro de la capital, portando gigantescas pancartas que decían "Resistencia" y "Elecciones ya", acompañadas por la bandera tricolor del país.

Fueron dispersados con gases lacrimógenos.

Una multitud arriba de las 40.000 personas se manifestó en la ciudad de San Cristóbal (según cálculos de la AFP), en el estado de Táchira, fronterizo con Colombia, hacia donde Maduro ordenó el envío de 2.600 militares tras disturbios y saqueos la semana pasada.

"Sigo aquí a pesar de todo esto, sin miedo, porque hay que apoyar y tumbar esto con resistencia", dijo Leonard Quintero, un estilista de 40 años, en el centro de la capital venezolana.

La multitudinaria marcha de este sábado fue apenas menos concurrida que la del 19 de abril, que con cientos de miles de personas fue la más concurrida de esta ola de protestas que en siete semanas también ha dejado cientos de heridos y unos 2.200 detenidos.

"Esto ha sido una masacre contra el pueblo, pero a pesar de todo, mientras más represión, más resistencia y lucha por Venezuela", gritó enardecido el líder opositor Henrique Capriles, antes de iniciar la caminata hacia el Ministerio del Interior.

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En otra parte de la ciudad, se preveía que Maduro recibiera en el palacio presidencial de Miraflores a más de 2.000 trabajadores, también según estimaciones de AFP, que cantando y bailando y vestidos de rojo, marcharon en respaldo a la Asamblea Constituyente "popular" convocada por el mandatario.

Pero el mandatario no acudió, solo hizo una llamada telefónica. "Tremenda marcha (...) Esta tiene que ser una Constituyente de alegría. La Constituyente es el camino de la paz. Votos, sí, balas no", expresó.

Polarización política. El país está completamente dividido y casi paralizado, en medio de un colapso económico que genera una severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que, según elFondo Monetario Internacional (FMI) escalará a 720% este año. Un coctel que se complementa con altos índices de criminalidad.

La única salida para resolver la aguda crisis política es la realización de elecciones generales y para ello llegó el momento de la "negociación definitiva", afirmó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Esta nueva oleada de marchas se desató luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -acusado por la oposición de servir al gobierno- acordó asumir el 30 de marzo las funciones del Parlamento.

La decisión -anulada parcialmente tras un fuerte rechazo internacional- provocó la irrupción de Estados Unidos en el conflicto.

El Tesoro norteamericano impuso sanciones económicas a ocho magistrados del TSJ y el presidente Donald Trump calificó la situación de Venezuela como una "vergüenza para la humanidad".

En los últimos días se multiplicaron las muertes por heridas de bala en hechos vinculados con las protestas.

Las protestas tomaron combustible con la convocatoria de Maduro a una Asamblea Constituyente "popular", en la cual la mitad de sus integrantes serían elegidos en sectores controlados por el oficialismo.

La crisis también alcanza a filas del chavismo. La fiscala general, Luisa Ortega, confesa chavista, opinó que esa iniciativa agravaría la crisis, según una carta enviada al gobierno y difundida por la prensa local.

La oposición rechaza la Constituyente por considerar que busca evitar elecciones. Sin embargo, Maduro ha dicho que en el 2018 habrá comicios presidenciales, como ordena la ley.

Aún están pendientes los de gobernadores, que debieron realizarse en el 2016.