Israel y grupo terrorista Hamás se acercan al infierno

Grupo terrorista lanza andanada de cohetes contra el sur y el centro israelíes

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Jerusalén y Gaza. EFE. La tensión entre Israel y Hamás subió ayer en las últimas horas y los puso al borde de la guerra, luego de que el gabinete de seguridad israelí acordó reforzar su operativo en Gaza y el brazo armado del movimiento islamista lanzó una andanada de cohetes contra el sur y el centro del país.

En un comunicado, las Brigadas Azedin Al Kasem, brazo armado de Hamás, admitieron que dispararon “decenas de proyectiles contra las localidades de Ashdod, Ashkelon y Netivot, en respuesta a la agresión sionista”.

Casi al mismo tiempo, el diario israelí Haaretz informó de que el gabinete de seguridad, encabezado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, decidió ampliar las operaciones contra el movimiento islamista en Gaza.

Las alarmas antiaéreas se escucharon por primera vez desde el inicio de esta crisis en ciudades del centro de Israel y en poblaciones próximas a Jerusalén, agregó el rotativo en su edición digital.

En la tarde, el Ejército anunció la decisión de ampliar su despliegue militar con 1.500 reservistas “preparados para cualquier intensificación”, explicó el portavoz castrense Peter Lerner.

Los acontecimientos comenzaron a precipitarse en la mañana, después de el brazo armado de Hamás clamó venganza por la muerte de seis de sus milicianos en un ataque israelí contra un túnel en el sur de la franja.

Otros dos milicianos del grupo radical palestino Yihad Islámica murieron en un ataque contra el campo de refugiados de Al Bujeir, en el centro de ese territorio.

“Sangre por sangre, aquellos que prenden el fuego se quemarán con su propio fuego. La sangre de nuestros mártires no se derrama en vano”, advirtió Hamás en un comunicado.

“El enemigo sionista habla de calma, al tiempo que derrama la sangre de nuestro pueblo en Gaza, Jerusalén, Cisjordania y las tierras ocupadas desde 1948. Arresta a los prisioneros que habían sido liberados y mantiene el asedio militar a Gaza con el silencio internacional”, agregó.

En el lado israelí, las presiones del ala más conservadora hacia Netanyahu para que endureciera la respuesta a Hamás también se intensificaron con la decisión del ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, de romper con la alianza electoral que llevó a ambos al poder hace un año.

La coalición Israel Beitenu-Likud logró entonces la victoria en las urnas con 31 escaños, 11 de los cuales pertenecen a la formación que dirige Lieberman.

Lieberman, uno de los halcones de la actual coalición de Gobierno, y Netanyahu se enzarzaron anoche en una acalorada discusión sobre el tipo de respuesta que Israel debe dar al movimiento islamista, al que acusa del asesinato de tres jóvenes desaparecidos el 12 de junio.

Tras el secuestro y muerte de tres estudiantes israelíes , el adolescente palestino Mohamad Abu Jedeir fue quemado en Jerusalén Este y tres de los seis israelíes detenidos en relación con su asesinato ya confesaron el crimen .

La decisión de Lieberman deja amenazada la continuidad de la coalición de gobierno, que en los cerca de 15 meses que lleva en el poder se ha sostenido a duras penas.

Las diferencias en el seno del gabinete se ampliaron el pasado lunes, tras hallarse los cadáveres de los tres estudiantes, con disputas entre quienes, como Lieberman, exigían una respuesta militar dura contra Hamás y quienes abogaban por la mesura.

Israel acusa del crimen a dos miembros del ala militar de Hamás, antiguos presos en cárceles israelíes, buscados desde el mismo día cuando los jóvenes desaparecieron.

En este operativo militar, todavía en marcha, han sido detenidas cerca de 500 personas, la mayor parte de ellas miembros de Hamás en Cisjordania, y se han desmantelado diversas instituciones vinculadas al grupo.

Además han muerto siete personas, cinco de ellas por disparos israelíes.

Nada más descubrirse los cadáveres, Netanyahu afirmó que la respuesta constaría de tres fases: hallar a los culpables, destruir la infraestructura de Hamás e impedir el creciente lanzamiento de cohetes desde la franja.

El viernes, Lieberman ya criticó con dureza esta política, al afirmar que consideraba “un error” grave negociar con Hamás.

Según cifras del Ejército, desde que los jóvenes desaparecieron han sido lanzados desde Gaza más de 150 cohetes, que han causado daños materiales y heridas leves a dos soldados.

A los disparos, la aviación israelí ha replicado con bombardeos sobre la franja en los que han muerto 12 milicianos de Hamás y de Yihad Islámica y un niño de 7 años.