Ciudad de Gaza. El ejército y las fuerzas de seguridad interna de Israel comunicaron el pasado sábado 10 de febrero el hallazgo de un pasadizo perteneciente al movimiento islamista Hamás bajo las instalaciones de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Ciudad de Gaza.
La UNRWA, objeto de las acusaciones israelíes de estar “completamente infiltrada por Hamás”, afirmó que no ocupa sus oficinas centrales desde el 12 de octubre del 2023, fecha que coincide con el sangriento ataque perpetrado por el movimiento palestino en territorio israelí, el cual desencadenó el conflicto en Gaza.
De acuerdo con informes del ejército israelí y el servicio de inteligencia Shin Bet, las recientes operaciones militares llevadas a cabo en Ciudad de Gaza condujeron al descubrimiento de una “entrada de túnel” cercana a una escuela administrada por la agencia humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En la última década, Hamás excavó un considerable número de túneles en la Franja de Gaza, que según Israel, son utilizados como escondites por sus combatientes.
En octubre del 2023, un estudio del Instituto de Guerra Moderna de la Academia West Point de Estados Unidos identificó la existencia de 1.300 túneles, que se extienden a lo largo de más de 500 kilómetros de galerías subterráneas.
Según fuentes israelíes, “la entrada conducía a un túnel terrorista subterráneo que representaba un activo significativo para la inteligencia militar de Hamás, y pasaba por debajo del edificio que alberga la sede principal de la UNRWA en la Franja de Gaza”.
Asimismo, se agregó que “las instalaciones de la UNRWA proporcionaban electricidad al túnel”, el cual tiene una longitud de 700 metros y se encuentra a una profundidad de 18 metros bajo tierra, y se encontraron documentos y armamento en el recinto de la ONU, lo que “confirma que las instalaciones también fueron utilizadas por terroristas de Hamás”.
La UNRWA, por su parte, declaró: “No ocupamos estas instalaciones desde que las abandonamos, y no tenemos conocimiento de que se desarrolló alguna otra actividad”. La decisión de evacuar la sede se tomó por orden de las fuerzas israelíes debido a la intensificación de los bombardeos.
Las acusaciones de Israel “requieren una investigación independiente, lo cual es actualmente imposible dado que Gaza se encuentra en una zona de conflicto activo”, añadieron.
Según Israel, 12 de los 13.000 empleados de la agencia en la Franja de Gaza estuvieron involucrados en el ataque de Hamás del 7 de octubre del 2023. Recientemente, Israel aseguró que presentaría pruebas de “los vínculos de la UNRWA con el terrorismo”.
La ONU está llevando a cabo una investigación interna sobre las acusaciones contra sus empleados, quienes fueron despedidos, y el secretario general de la organización, Antonio Guterres, designó una comisión independiente para evaluar la “neutralidad” de la agencia.
El asalto a Rafah
La noticia sobre el hallazgo de este túnel ocurre casi simultáneamente con las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien expresó en una entrevista televisada el domingo 11 de febrero que el ejército dará “un paso seguro para la población civil” antes de un esperado asalto en la sobrepoblada ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, y rechazó los temores de una “catástrofe”.
A pesar de la alarma internacional por una potencial masacre en la ciudad, donde hay más de un millón de desplazados palestinos, Netanyahu afirmó en el programa This Week with George Stephanopoulos, de ABC News, que la ofensiva es clave para aplastar a Hamás.
En declaraciones brindadas el pasado sábado 10 de febrero a otros medios, el primer ministro afirmó que “la victoria está al alcance. Vamos a acabar con los batallones terroristas de Hamás que quedan y con Rafah, que es el último bastión”. Añadió que no eran arrogantes al respecto, y que estaban trabajando en un plan detallado para poder llevarlo a cabo.
Además, mencionó áreas del norte de Rafah que fueron despejadas y que podrían usarse como zonas seguras para los civiles.
Hamás advirtió sobre la posibilidad de “decenas de miles” de víctimas en Rafah, mientras que el responsable de política exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, se unió a otras voces internacionales al afirmar que una ofensiva ahí “provocaría una catástrofe humanitaria indescriptible”.
Luego de cuatro meses de conflicto armado, Estados Unidos, principal respaldo israelí, señaló que no apoya una ofensiva terrestre en Rafah y advirtió que, de no estar planeada apropiadamente, una operación como esa corre el riesgo de ser un “desastre”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, lanzó el pasado jueves 8 de febrero sus críticas más duras a Israel, al calificar de “exagerada” la respuesta israelí por el ataque de Hamás del 7 de octubre en su territorio, que resultó en la muerte de unas 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un balance basado en datos oficiales israelíes.
Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una incesante campaña de bombardeos y operaciones terrestres contra Gaza, donde murieron hasta ahora 28.064 personas, principalmente mujeres, niños y adolescentes, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.