Extranjeros capturados en Ucrania denuncian engaño de Rusia para participar en guerra

Soldados extranjeros capturados en Ucrania relatan cómo fueron atraídos a Rusia por promesas de buen salario, solo para ser engañados y enviados al frente de batalla sin su consentimiento

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Kiev. Soldados extranjeros capturados en Ucrania relatan que escaparon de Cuba, Nepal o Somalia buscando una mejor vida en Rusia y terminaron en el ejército ruso combatiendo en el frente, en contra de su voluntad.

En una conferencia de prensa organizada por las autoridades ucranianas en Kiev, ocho prisioneros de guerra originarios de Cuba, Nepal, Sierra Leona y Somalia explicaron que viajaron a Rusia seducidos por las promesas de un salario decente, pero fueron engañados y enviados a la guerra.

Los organizadores los presentaron como “mercenarios” provenientes de países del “sur” y afirmaron que los tratan de la misma manera que a los prisioneros de guerra rusos.

Esta agencia no pudo entrevistarlos individualmente y optó por no identificarlos, en conformidad con la Convención de Ginebra, aunque los organizadores sí lo hicieron.

Todos afirmaron hablar por decisión propia, aunque estaban rodeados de agentes con el rostro cubierto.

Sus testimonios coinciden con las investigaciones de periodistas de esta agencia en India y Nepal sobre los métodos de reclutamiento del ejército ruso para extranjeros.

Un cubano de 35 años con rastas explicó que respondió a una publicación en Facebook que ofrecía trabajo en Rusia en el sector de la construcción. “No pensaba venir para ir a la guerra”, declaró.

Con lágrimas en los ojos, un hombre de Sierra Leona aseguró que pagó a un reclutador y viajó a Rusia con la esperanza de encontrar “un buen trabajo” para mantener a su extensa familia.

Según él, no se dio cuenta hasta después de firmar un contrato en ruso con las fuerzas del Kremlin.

En otros casos, sabían que iban a unirse al ejército pero creían que tendrían funciones subalternas, no que serían desplegados en combate.

En primera línea

“Cuando los rusos ofrecen a estas personas $2.000 al mes y dicen que serán utilizadas como guardaespaldas o en la tercera línea, están muy tentadas”, explicó a esta agencia Petro Yatsenko, portavoz del servicio ucraniano a cargo de los prisioneros de guerra.

Un joven somalí con el pelo corto admitió que se enlistó con el objetivo de proporcionar “un buen futuro” a su familia.

“No sabía que estaría en la primera línea”, expresó, asegurando que fue “enviado allí sin conocer el idioma”.

Un nepalí de 32 años, quien mencionó ver videos en TikTok en los que sus compatriotas se unían al ejército ruso, reconoció que su motivación era “por supuesto el dinero”.

Periodistas de esta agencia en India y Nepal investigaron este tipo de reclutamiento y descubrieron que suele llevarse a cabo a través de intermediarios informales y videos promocionales en las redes sociales.

A los candidatos sin experiencia militar se les asegura que tendrán funciones fuera del combate y se les promete un visado permanente en Rusia. Sin embargo, una vez reclutados, reciben un entrenamiento básico en el manejo de armas y son desplegados en el frente.

‘Engañados’

Nepal informó que cinco de sus ciudadanos enlistados son prisioneros de guerra en Ucrania y que al menos otros 12 murieron en la guerra. También solicitó a Moscú que repatríe a los demás enlistados. El Kremlin, consultado por esta agencia, no emitió comentarios.

Entre los ocho prisioneros presentados en Kiev, el único que hablaba ruso de manera muy básica era un nepalí de 24 años, con problemas para sujetar un bolígrafo debido a las quemaduras en las manos que sufrió en la guerra.

Estudiaba y trabajaba en Rusia cuando vio anuncios de reclutamiento para ser “agente de seguridad o algo así”, aseguró.

Yatsenko instó a los países a actuar para evitar que sus ciudadanos sean “engañados por reclutadores que les prometen montañas de oro”.

Los que fueron capturados “en uniforme militar y con armas” comparecerán ante la justicia.

“Será el tribunal el que decida si se trata de mercenarios”, agregó Yatsenko, asegurando que Ucrania desea “repatriarlos a sus países de origen”.