Europa busca apoyar a Ucrania, pero no puede ‘sustituir’ a Estados Unidos

El Congreso de Estados Unidos, el principal proveedor de armas a Ucrania, tiene aproximadamente un mes para votar un nuevo presupuesto y decidir si aprueba un nuevo desembolso para Kiev

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Granada. Casi medio centenar de dirigentes del continente europeo, reunidos en la ciudad española de Granada con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, mostraron sus temores por el impacto que pueda tener la crisis política en Estados Unidos en la ayuda estadounidense a Kiev.

Zelenski recibió el apoyo de los europeos, que estudian un nuevo paquete de €50.000 millones para apoyar a Kiev hasta 2027. Sin embargo, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, advirtió que la región no puede sustituir a Estados Unidos.

“Europa incrementa su ayuda a Ucrania, pero ¿puede Europa sustituir a Estados Unidos? Evidentemente, Europa no puede”, dijo Borrell en esta tercera cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE).

Estamos ante un “período electoral difícil en Estados Unidos”, a un año de las elecciones presidenciales, y “hay voces discordantes” con respecto a la ayuda a Ucrania, dijo Zelenski, quien, aunque preocupado, afirmó “confiar en Estados Unidos”.

Poco después, el mismo Zelenski denunció un “ataque terrorista completamente deliberado” por parte de Rusia, que en un bombardeo dejó al menos 49 muertos al alcanzar una tienda de alimentación y un café en Groza, un pueblo del este del país.

En paralelo a la reunión en la ciudad del sur de España, el presidente ruso, Vladimir Putin, para quien la ofensiva rusa en Ucrania es ante todo una respuesta a la “hegemonía” ejercida por las potencias occidentales, declaró en Moscú que su país tiene la misión de “construir un nuevo mundo”.

El futuro de la ayuda estadounidense a Kiev quedó en el aire tras el reciente derrocamiento del líder republicano de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, que interrumpió las tareas del Congreso.

Ahora, el Congreso de Estados Unidos, el principal proveedor de armas de Ucrania, tiene poco más de un mes para votar un nuevo presupuesto y decidir si aprueba un nuevo desembolso para Kiev.

Admitiendo por primera vez su preocupación, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el miércoles ofrecer un discurso para demostrar que es “extremadamente importante” seguir apoyando a Ucrania.

Dos semanas después de la ofensiva de las fuerzas azerbaiyanas que obligó a casi toda la población armenia a huir de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, se esperaba en Granada un encuentro entre el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinian.

Pero Aliyev, irritado por señales europeas de apoyo a Armenia, canceló su viaje.

De todas maneras, Azerbaiyán dejó saber este jueves que está dispuesto a negociar con Armenia bajo mediación de la UE en Bruselas.

La ausencia de Aliyev, así como la del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, principal partidario de Bakú, supuso un revés para la CPE, que canceló la rueda de prensa de cierre prevista antes de una cena de jefes de Estado y de Gobierno en la Alhambra.

El objetivo de la CPE, ideada por el presidente francés, Emmanuel Macron, es reunir a muchos más países que solo los de la Unión Europea: además de los 27 miembros del bloque, otros 20 países participaron en esta tercera cumbre.

“La ausencia de Erdogan por segunda vez consecutiva”, tras la cumbre de junio en Moldavia, “debilita la CPE, diseñada para tratar con Ankara en un formato distinto del de la UE, a la que su candidatura está congelada”, estimó Sébastien Maillard, del Instituto Jacques Delors.

Otro tema de la cumbre de Granada es la migración, que el primer ministro británico, Rishi Sunak, y su homóloga italiana, Giorgia Meloni, tienen interés en colocar en el centro de los debates.

El miércoles, los 27 alcanzaron un acuerdo que busca organizar una respuesta colectiva a la llegada de un elevado número de migrantes a un país de la UE, como ocurrió durante la crisis de refugiados sirios de 2015 y 2016.

Un “importante punto de inflexión”, a juicio de la dirigente italiana de extrema derecha.

Pero a la espera de que se concrete la trabajosa reforma del sistema migratorio europeo, Italia y el Reino Unido buscan acciones rápidas.

“Los niveles de inmigración ilegal a Europa continental están en su nivel más alto en casi una década”, advirtió el miércoles el primer ministro británico.

Según Downing Street, Sunak y Meloni debían anunciar al margen de la cumbre una “acción conjunta” sobre este tema.