Freetown. AFP. El virus del Ébola, que ocasionó un fuerte brote en África occidental en el 2014, empezó su fase de retroceso en los tres países más afectados: Sierra Leona, Liberia y Guinea.
El retroceso de la enfermedad coincide con el inicio, el próximo sábado, de la Copa de África de Naciones (CAN) de fútbol, que tenía que celebrarse en Marruecos, pero fue desplazada a Guinea Ecuatorial por miedo a la enfermedad.
Para librar la batalla final contra el virus, dos médicos extranjeros evacuados tras haber sido contaminados volverán a la región. Se trata del estadounidense Rick Sacra, sacado en setiembre desde Liberia, y del cubano Félix Baez, retirado en noviembre de Sierra Leona.
El número de nuevos casos ha caído en enero a su menor nivel desde agosto en Sierra Leona y Guinea, y desde junio en Liberia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Si esta tendencia se confirma, ello indica que la epidemia está ahora en una fase descendente”, comentó David Nabarro, el coordinador de la ONU en la lucha contra la enfermedad.
Nabarro, “feliz” de que el número de nuevos casos “baje de una semana a otra”, advirtió, sin embargo, contra la tentación de bajar la guardia.
La OMS informó en su último balance de que han muerto unas 8.500 personas de más de 21.000 casos detectados desde diciembre del 2013. El 99% de los fallecimientos ocurrieron en los tres países más afectados.
La última muerte por la epidemia fue la de un enfermero de la Cruz Roja de Sierra Leona, en la provincia de Kenema.
Un lento retorno a la normalidad parece; sin embargo, inexorable, en especial con la reapertura de los colegios, anunciada el 19 de enero en Guinea y el 2 de febrero en Liberia, tras seis meses de cierre.
“Pedimos a todos los colegios que tomen las disposiciones necesarias para la reanudación de los cursos”, indicó el Ministerio de Educación liberiano, llamando a los establecimientos escolares a equiparse con material sanitario para luchar contra el virus, en particular agua clorada y termómetros.