Empresa china vendió a mercenarios rusos de Wagner dos satélites de inteligencia

El motín llevado a cabo por Wagner en junio de 2023, que marcó una ruptura definitiva entre el grupo y el presidente ruso Vladimir Putin, fue planeado en parte utilizando imágenes obtenidas por estos satélites chinos

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París. El grupo paramilitar ruso Wagner, anteriormente presente en Ucrania y activo en África, firmó un contrato a fines de 2022 con una compañía china para adquirir dos satélites de observación e imágenes, lo que le proporcionó un inusual poder de inteligencia, según un documento consultado por la esta agencia.

“¿Quién más aparte de la EPSD (Empresa Proveedora de Servicios de Defensa) Wagner tiene satélites de reconocimiento en este país?”, ironizaba en abril su líder, Yevgueni Prigozhin, en referencia a las limitadas capacidades espaciales del ejército ruso regular.

Después de una exhaustiva investigación, esta agencia logró aclarar los vínculos entre Wagner y las empresas chinas que proporcionaron información obtenida por satélite a los mercenarios rusos.

Según una fuente de seguridad europea, algunas de estas imágenes incluso se utilizaron para planificar el motín del pasado mes de junio, la mayor amenaza que enfrentó el presidente ruso, Vladimir Putin, en dos décadas de poder.

Y esto plantea una pregunta: ¿Qué sabía China sobre los planes de Wagner contra su aliado ruso?

De acuerdo con un contrato comercial firmado el 15 de noviembre de 2022, la compañía Beijing Yunze Technology Co. Ltd vendió a Nika-Frut, una compañía vinculada a Prigozhin, dos satélites de observación de muy alta resolución (75 cm) pertenecientes al gigante chino del sector espacial Chang Guang Satellite Technology (CGST), por 235 millones de yuanes (aproximadamente $31 millones).

El acuerdo también incluye el suministro de imágenes de la constelación de CGST bajo pedido. Según la fuente de seguridad europea, esto permitió a Wagner obtener imágenes de Ucrania y África (Libia, Sudán, República Centroafricana, Malí, entre otros), donde operan sus mercenarios.

Un motín en ciernes

La compañía rusa incluso encargó alrededor de 80 imágenes del territorio ruso a fines de mayo de 2023, específicamente del recorrido entre la frontera ucraniana y Moscú, que los mercenarios tomaron el mes siguiente durante su breve motín, según la misma fuente.

Este motín, que fue frustrado en 24 horas, marcó la ruptura definitiva entre Putin y Prigozhin, semanas antes de la muerte de este último.

Esta agencia no pudo verificar de manera independiente esta información, que no está incluida en el contrato citado.

Sin embargo, esta filtración podría explicar por qué los servicios de inteligencia estadounidenses tenían conocimiento de que el líder de Wagner estaba planeando un motín, como reveló la cadena CNN a finales de junio. Los servicios de inteligencia franceses también estaban al tanto, según el diario L’Opinion.

Si bien el grupo Wagner está actualmente en proceso de reorganización, muchas de sus lucrativas actividades en el extranjero podrían continuar bajo el control de otros grupos paramilitares o de una nueva dirección respaldada por Moscú.

Según las informaciones recopiladas por esta agencia, el contrato espacial sigue siendo válido y prevé la adquisición de dos satélites chinos, JL-1 GF03D 12 y JL-1 GF03D 13, en órbita a 535 kilómetros de altitud.

El cliente también adquirió derechos sobre el resto de satélites de la constelación operada por CGST, que actualmente cuenta con unos cien satélites y espera llegar a trescientos para 2025.

El acuerdo establece que después de recibir cada pedido, “el proveedor dirigirá los satélites” según las imágenes solicitadas, antes de que estas se envíen a una estación en tierra para su procesamiento y suministro.

“El cliente descargará los datos de imágenes desde la nube” y podrá conservarlos durante siete días.

Hasta el momento, los grupos Nika-Frut y Beijing Yunze no respondieron a las preguntas de esta agencia.

Limitaciones de las capacidades rusas

La pregunta que surge es, ¿por qué el ejército ruso no pudo proporcionar directamente estas imágenes a Wagner?

“Rusia no tiene esta capacidad. Su programa de satélites no ha funcionado bien recientemente”, explica Gregory Falco, investigador de la Universidad de Cornell en Nueva York, a esta agencia.

Wagner, por otro lado, demostró en ocasiones tener una capacidad de inteligencia superior a la de las fuerzas armadas rusas, según el experto.

El suministro chino de imágenes por satélite a Wagner no sorprenderá a Estados Unidos. El Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió incluir el 24 de febrero de 2023 en su lista de sanciones a Beijing Yunze Technology Co. Ltd y a la empresa Head Aerospace Technology, que actúa como intermediaria en la distribución de imágenes por satélite.

“Estas empresas contribuyeron de manera significativa” a la ayuda al ejército ruso en Ucrania y “están involucradas en actividades contrarias a la seguridad nacional de Estados Unidos y a (sus) intereses”, según un documento oficial en línea.

El 12 de abril de 2023, Washington también sancionó a “80 entidades e individuos que siguen haciendo posible y facilitando la agresión rusa”.

Entre las primeras figuras sancionadas se encontraba Head Aerospace Technology, por distribuir “imágenes por satélite de sitios en Ucrania a empresas afiliadas a la EPSD Wagner y a Yevgueni Prigozhin”.

Esta agencia pudo verificar la identidad del firmante del contrato del lado ruso: Ivan Mechetin. Según varias fuentes, este hombre de 40 años es el director general de la compañía Nika-Frut, una filial del grupo Concord dirigido por Prigozhin.

“Nika-Frut está registrada como una empresa de comercio de productos alimentarios, pero lleva a cabo muchas otras cosas. Es un modelo conocido en la galaxia Prigozhin”, explica Lou Osborn, de la organización de investigación digital All Eyes on Wagner (AEOW).

Según investigaciones realizadas con fuentes de libre acceso, Nika-Frut envió en 2019 varios pedidos de bienes alimentarios a la empresa minera Lobaye Invest en la República Centroafricana.

Esta compañía es una filial histórica de la empresa M-Finans, que controlaba en el pasado Prigozhin y que está vinculada a operaciones del grupo Wagner en este país africano. Lobaye Invest está sujeta a sanciones europeas desde febrero.

Según AEOW, Mechetin también trabajó en una unidad de apoyo militar que suministró armas y municiones al GRU, la inteligencia militar rusa, durante la invasión de Crimea en 2014.

Beijing Yunze negocia tecnologías de defensa en nombre de Pekín. La empresa Head Aerospace, por su parte, tiene según varios expertos un acuerdo de comercialización con el fabricante de satélites CGST.

CGST es considerado “el gigante de las operaciones espaciales chinas” y estuvo involucrado en lo que algunos describen como espionaje industrial, gracias a las impresionantes capacidades de resolución de sus satélites.

Con su centenar de satélites, la constelación CGST puede pasar sobre el mismo punto varias veces al día, proporcionando información altamente actualizada.

¿Qué sabía China?

Una de las principales incógnitas es si las autoridades en Pekín sabían que Wagner estaba solicitando imágenes por satélite del territorio ruso a partir de finales de mayo, semanas antes de su motín contra Putin.

Según la fuente de seguridad europea, estas imágenes se dirigían a la sede de las operaciones rusas en Ucrania en Rostov del Don, que Wagner tomó sin resistencia. También se enviaron a otras ciudades en su camino hacia Moscú y a otros lugares de interés militar, como Grozni, el bastión del líder checheno pro-Putin, Ramzán Kadírov.

¿Las altas esferas del poder chino estaban al tanto de que Wagner estaba solicitando esta información sensible, considerando que se sabía que Prigozhin tenía tensiones con el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú?

El Ministerio de Relaciones Exteriores chino indicó a esta agencia que “no tenía conocimiento”.

“China siempre ha demostrado ser responsable en sus exportaciones y ha tomado medidas prudentes; aplica rigurosamente las leyes y regulaciones nacionales, y respeta sus obligaciones internacionales”, agregó.

Según un experto europeo del sector espacial que pidió permanecer en el anonimato debido a la sensibilidad del tema, “es evidente” que se informa directamente a las autoridades chinas sobre encargos sensibles a CGST.

“No hay dudas de que esto llega directamente” al poder central chino, señala.

En teoría, la ley china estipula que un contrato de este tipo no puede realizarse en secreto. Según el artículo 7 de la Ley de Inteligencia Nacional, promulgada en 2017, “todas las organizaciones y ciudadanos deben apoyar, ayudar y cooperar con los esfuerzos de los servicios de inteligencia nacionales”.

Sin embargo, otros expertos son más cautelosos.

“Se sobreestima el nivel de centralización en China. Cualquier operación puede ser objeto de competencia entre líderes, administraciones y unidades dentro de una misma administración. Esto genera opacidad, retención e incluso sabotaje”, explica Paul Charon, especialista en China en el Instituto de Investigación Estratégica de la Escuela Militar (IRSEM) en París.

Otra hipótesis es que los chinos, al igual que muchos otros, “no entendieron lo que estaba sucediendo en las semanas previas al motín”.

“Las imágenes solicitadas sobre Rusia también podrían haber estado relacionadas con Ucrania, identificando posibles fallas en el dispositivo ruso. Es posible que no se hayan cuestionado los objetivos detrás del pedido”, agrega.