México. AFP. Presionado por la desaparición de 43 estudiantes hace dos meses, el presidente Enrique Peña Nieto enfrenta la peor crisis en décadas de México, acorralado entre el escándalo por una lujosa mansión de su esposa y protestas contra la violencia y la “narcopolítica” .
La capital será epicentro hoy de manifestaciones convocadas por grupos políticos y sociales que recibirán a tres caravanas encabezadas por padres de los desaparecidos que clamaron en varias regiones del país que sean hallados vivos. Algunos radicales amenazan con bloquear vías y el aeropuerto.
“Es la crisis más delicada y profunda de México de las últimas décadas, sin salida clara. Genera incertidumbre que el Gobierno no reaccione con medidas que enfrenten los graves problemas de justicia y corrupción, y que el movimiento de protesta esté muy fragmentado”, declaró Nicolás Lazo, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Con inusual tono enérgico, Peña Nieto advirtió el martes de que actuará con firmeza ante protestas violentas, al denunciar que algunos sectores, en desacuerdo con las reformas educativa y energética que emprendió al llegar al poder en el 2012, buscan “desestabilizar” su gobierno..
Otra polémica. En medio de la crisis, el mandatario también está envuelto en el escándalo por una mansión de su esposa, Angélica Rivera , comprada a una constructura mexicana relacionada con el consorcio chino que ganó una millonaria licitación estatal , cancelada de forma repentina por Peña Nieto.
El martes, Rivera anunció que venderá su lujosa casa para frenar la polémica, pese asegurar que la adquirió con su trabajo como actriz de telenovelas.
Además, el presidente anunció que hará públicas sus cuentas patrimoniales, en un intento por sofocar este altercado de la mansión adquirida por su cónyuge.
“En el ánimo de ganar la confianza de la sociedad, he decidido hacer pública la totalidad de mi declaración patrimonial”, dijo el presidente, quien ya ha publicado parte de su patrimonio. En su discurso, Peña Nieto incluso agradeció a su esposa por haber tenido el “valor” y la “entereza” de explicar públicamente la adquisición.
Imagen golpeada. “El presidente está en una situación incómoda. El que la familia presidencial recule no es buena señal. Si no tenía nada malo pues se sostiene, pero hay indicios de que no fue transparente ni muy legítimo”, opinó Eurubiel Tirado, analista de la Universidad Iberoamericana.
Para Tirado, con la explicación de la primera dama el Gobierno busca reducir la “desconfianza” y con su discurso fuerte que “bajen las protestas con amenazas”.
La crisis estalló el 26 de setiembre , cuando desaparecieron 43 estudiantes en Iguala, estado de Guerrero, luego de que policías corruptos y narcotraficantes los atacaron por orden del alcalde local y los entregaron a sicarios que los habrían masacrado.
El hecho consternó al mundo, desnudó la infiltración del crimen organizado en las entidades y desató protestas que acabaron con edificios en llamas.