Guantánamo, Cuba, y Petit-Goave, Haití
El huracán Matthew comenzó este martes a descargar su descomunal fuerza en el este de Cuba, donde poco más de 1,3 millones de personas debieron ser evacuadas, según la Defensa Civil, después de que el fenómeno azotó Haití y República Dominicana, países donde cobró al menos nueve muertes.
El meteoro, categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson (cinco niveles), tocó tierra en el extremo este de Cuba poco antes de las 7 p. m. (5 p. m. en Costa Rica) con vientos de hasta 220 km/h. El ciclón se desplazaba a una velocidad de 17 km/h y podría alcanzar el sureste de Estados Unidos en el transcurso de la semana.
Los municipios de Maisí y de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, estaban entre las zonas más castigadas.
"Ya comenzaron las penetraciones del mar, calculándose olas de entre tres y cuatro metros de altura. Tenemos también lluvia intensa, constante, y s ligeras inundaciones", dijo Tony Matos, presidente del Consejo de Defensa Municipal de Baracoa.
De momento, no se tenían informes de víctimas.
En declaraciones a la televisión estatal cubana, Matos agregó que la zona oriental estaba a oscuras, y muchos árboles fueron arrancados por la violencia de los vientos, mientras varias vías están cortadas.
"Tenemos experiencia en otros eventos (...), pero con las características de este es el primero que estamos enfrentando", resaltó el funcionario.
La inminencia de la llegada del fenómeno atmosférico a Cuba forzó la evacuación de 1.318.000 personas.
De ellas, "372.885 están en centros de evacuación y el resto, 944.886, en otras viviendas", precisó el número dos de la Defensa Civil, Luis Ángel Macareño, a la televisión estatal.
"Los cubanos tienen un nivel ejemplar de preparación con respecto a la región. Basta con mirar las cifras de vidas salvadas en los pasados ciclones", expresó Jerome Faure, director en Cuba de la ONG humanitaria Oxfam.
En los últimos 15 años, el país ha sido azotado por 11 huracanes de gran intensidad que dejaron 42 muertos.
"El sistema está muy bien organizado en torno a la defensa civil y a nivel municipal existen centros especializados en la gestión de riesgos. En Santiago de Cuba, por ejemplo, las organizaciones populares y los gobiernos locales están movilizados para evacuar a las personas y proteger el equipo y los recursos", precisó Faure.
Además de Guantánamo, se encontraban en estado de alarma ciclónica las provincias de Santiago de Cuba, Camagüey, Holguín, Granma y Las Tunas.
Castigo a Haití. Con anterioridad, Matthew embistió la punta suroeste de Haití con vientos arrasadores que entonces registraron 233 kilómetros por hora y lluvias intensas, que arrancaron techos y tumbaron árboles en esa área pobre y predominantemente rural. Se registraron por lo menos cinco muertes.
Al país más pobre del continente, el ciclón arribó en la madrugada e hizo impacto en una zona donde muchos habitantes pobre viven en endebles casuchas de madera. Arrojó torrenciales aguaceros a medida que viraba hacia Cuba y las Bahamas.
Los daños parecían ser amplios, pero debido a las malas redes de comunicación, las carreteras bloqueadas y los puentes derribados, no se podía saber de inmediato la magnitud del desastre. Tampoco se conocía a ciencia cierta la cifra de muertes.
Mourad Wahba, representante asistente especial del secretario general de Naciones Unidas ante Haití, indicó que gran parte de la población local se vio obligada a dejar sus hogares, y que al menos había 10.000 personas en refugios, mientras que los hospitales estaban inundados y sin agua potable.
El comunicado de Wahba precisó que la destrucción que dejó el paso del meteoro "es el mayor evento humanitario" en Haití desde el devastador terremoto de enero del 2010.
En la vecina República Dominicana, donde cuatro personas murieron a causa de Matthew, los grupos de socorro habían evacuado a 21.000 personas de zonas consideradas de alto riesgo y mantenían la alerta en gran parte del país porque se esperaba que las lluvias continuaran hasta el miércoles.
Rafael de Luna, director de la Defensa Civil, explicó en conferencia de prensa que todas las cañadas que bordean a la capital se habían desbordado, provocando inundaciones en los empobrecidos barrios marginales.
Estados Unidos, en guardia. Se vaticina que Matthew llegará a Florida a fines de la semana y que seguirá por la costa oriental de Estados Unidos. El pronóstico provocó que miles de estadounidenses se abastecieran de alimentos, combustibles y demás artículos de emergencia.
La gobernadora del estado de Carolina del Sur, Nikki Haley, reveló que planeaba emitir una orden de evacuación a fin de que un millón de personas pueda dejar la costa de manera segura y sin contratiempos.
Los automovilistas se apresuraron a llenar de coimbustibles sus vehículos ante la aproximación del meteoro.
Mientras tanto, el gobernador de Georgia, Nathan Deal, declaró el martes estado de emergencia en 13 condados costeros a partir del miércoles de incluye las ciudades de Savannah y Brunswick.
Otro sector que estaba tomando previsiones en Estados Unidos es el de las aerolíneas, las cuales estaban permitiendo que los pasajeros alteraran sus planes de viaje sin cargo adicional, en caso de que su destino sea uno de los afectados por Matthew.