Al menos cuatro muertos, entre ellos dos niños, por bombardeo en Etiopía

Bombardeo supone una escalada en los combates, una situación que preocupa a la comunidad internacional, que teme el regreso de un conflicto a gran escala

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Adís Abeba. Al menos cuatro personas, dos de ellas niños, murieron y nueve resultaron heridas el viernes por un bombardeo de la aviación etíope contra Mekele, capital de la región rebelde de Tigré, Etiopía, comunicó a la AFP un responsable del principal hospital de la ciudad.

El hospital Ayder de Mekele “recibió a 13 pacientes, entre ellos cuatro perecieron a su llegada. Dos muertos son niños”, dijo su director médico, Kibrom Gebreselassie, en un mensaje a la AFP.

El bombardeo contra esta región disidente septentrional de Etiopía tiene lugar dos días después de que se reanudaran los combates entre fuerzas gubernamentales y los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigré (TPLF), poniendo fin a cinco meses de tregua.

“Un avión (...) lanzó bombas en una zona residencial y un jardín de infancia en Mekele”, dijo poco antes un portavoz de los rebeldes del Tigré, Kindeya Gebrehiwot, añadiendo que había civiles muertos y heridos.

Dos fuentes humanitarias indicaron ser informadas de un ataque aéreo en Mekele, sin dar detalles ni balances. Poco después, el gobierno federal anunció que, aunque se ponía a “plena disposición” para negociar sin condiciones con los rebeldes, se preparaba a “llevar a cabo acciones dirigidas a las fuerzas militares (...) opuestas a la paz”.

El gobierno instó a la población de Tigré “a mantenerse lejos de las zonas donde se encuentra equipamiento militar y estructuras de entrenamiento” rebeldes, según un comunicado. Este bombardeo supone una escalada en los combates, una situación que preocupa a la comunidad internacional, que teme el regreso de un conflicto a gran escala.

Desde el miércoles, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), Estados Unidos y otros países instaron al cese de las hostilidades y pidieron una resolución pacífica del conflicto. Desde que estalló en noviembre del 2020, la guerra en el norte de Etiopía causó miles de muertos y obligó a desplazarse a dos millones de personas. Cientos de miles de etíopes se vieron abocados al límite de la hambruna, según la ONU.

La tregua concluida a finales de marzo permitió que se reanudara de forma paulatina el envío de ayuda humanitaria por carretera hacia Tigré, tras tres meses de suspensión. Desde finales de junio, el gobierno etíope y los rebeldes de Tigré reiteraron estar dispuestos a iniciar negociaciones de paz, pero siguen oponiéndose sobre las modalidades a seguir.

El gobierno federal quiere negociaciones inmediatas sin condiciones previas, auspiciadas por la Unión Africana (UA). Por su parte, los rebeldes exigen que antes se restablezcan la electricidad, las telecomunicaciones y los servicios bancarios en la región y rechazan la mediación del representante de la UA, Olusegun Obasanjo.