Blinken busca limar en Israel las diferencias sobre el acuerdo nuclear con Irán

Estados Unidos e Irán se encuentran en la última fase de conversaciones indirectas para reactivar el pacto de 2015, lo que impediría a Teherán adquirir la bomba atómica, a cambio de levantar las sanciones que golpean a Irán

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Washington. Estados Unidos está determinado a impedir que Irán se haga con una bomba atómica, afirmó este domingo en Jerusalén el secretario de Estado, Antony Blinken, en el marco de una gira que intenta rebajar las tensiones que suscita en Israel y los países árabes un posible acuerdo nuclear con Teherán.

Blinken inició el sábado por la noche una gira por Medio Oriente y Magreb, culminando con un encuentro “histórico” en el desierto israelí de Negev (sur), con sus homólogos de países árabes que normalizaron sus relaciones con Israel.

La cuestión del retorno a un acuerdo que regule el programa civil nuclear de Irán sirve de telón de fondo a sus conversaciones en Jerusalén y a la reunión ministerial en Negev.

Estados Unidos e Irán se encuentran en la última fase de conversaciones indirectas para reactivar el pacto de 2015, que supuestamente impediría a Teherán adquirir la bomba atómica, a cambio del levantamiento de las sanciones que asfixian la economía iraní.

La Unión Europea consideró el sábado que la conclusión de un acuerdo era una “cuestión de días”.

“Todos estamos comprometidos y decididos a hacer que Irán nunca obtenga armas nucleares”, subrayó Blinken en una rueda de prensa en Jerusalén junto a su homólogo israelí Yair Lapid.

“Estados Unidos cree que volver a la plena aplicación (del acuerdo de 2015) es la mejor manera de colocar el programa nuclear iraní en la caja en la que estaba antes de salirse en el momento que Estados Unidos abandonó el acuerdo” bajo la administración de Trump en 2018, agregó.

No lo lograrán.

El acuerdo se rompió tras la retirada de Estados Unidos, seguida del restablecimiento de las sanciones contra Irán, y después de que Teherán, en represalia, se liberara progresivamente de los límites impuestos a su programa nuclear.

Pero Israel ve con malos ojos un posible acuerdo entre las grandes potencias e Irán, su enemigo número uno, y teme que Teherán aproveche el acuerdo para dotarse de armas nucleares en secreto.

“Israel y Estados Unidos trabajarán juntos para evitar que Irán obtenga armas nucleares. Pero Israel hará también todo lo necesario para detener el programa nuclear iraní”, dijo Lapid.

“Con o sin acuerdo, continuaremos trabajando juntos y con nuestros otros socios para contrarrestar las acciones de Irán destinadas a desestabilizar la región”, afirmó por su parte el primer ministro israelí, Naftali Bennett, después de su reunión con Blinken.

Blinken se reunirá por la tarde con el presidente palestino Mahmud Abas en Ramalá, Cisjordania, antes de viajar por la tarde a Sde Boker para reunirse junto a Lapid con sus homólogos de los Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Baréin y Egipto.

Los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos normalizaron sus relaciones con Israel en 2020. Egipto firmó la paz con el Estado hebreo en 1979.

“Unidos” frente a Irán

“La normalización con Israel es la nueva normalidad”, declaró Blinken. Este giro diplomático ha roto con décadas de consenso árabe que condicionaban el establecimiento de relaciones con Israel a la resolución del conflicto israelo-palestino.

El movimiento islamista palestino Hamas, en el poder en Gaza, advirtió que el encuentro en Negev servía para “legitimar los crímenes” de Israel y para “integrar” el Estado XX en la región, planteando un “peligro no solo para Palestina sino para toda la región”.

Junto a Blinken, Bennet anunció el domingo el aumento de 12.000 a 20.000 el número de permisos de trabajo concedidos a los palestinos de la Franja de Gaza, un enclave que lleva 15 años bajo bloqueo israelí.

El encuentro en Negev “demuestra que la cuestión palestina no es una prioridad y que hay asuntos más urgentes como Irán”, comentó a la AFP Yoel Guzansky, analista senior en el centro de investigación INSS de Tel Aviv.

“Es también una señal que, en vísperas de un acuerdo con Irán”, hay actores en la región que están “unidos” frente a los “peligros” de Teherán.

“El mensaje más importante que se transmitirá es que hay varios países de Medio Oriente que no están satisfechos con el desempeño de Estados Unidos con respecto a Irán (...)”, destacó por su parte el analista israelí Uzi Rabi.

Después de Israel, Blinken visitará Marruecos y Argelia.