Benjamin Netanyahu: Cualquier miembro de Hamás será ‘hombre muerto’

Benjamin Netanyahu y el líder de la oposición, Benny Gantz, anunciaron la formación de un gobierno de emergencia que permanecerá en funciones hasta el final del conflicto en Gaza

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Jerusalén. El ataque sorpresa de Hamás contra Israel conmocionó las bases del gobierno de Benjamin Netanyahu, ya presionado por un enredo político-judicial, y lo compelió a enfocarse en una única tarea: desintegrar la infraestructura islamista en Gaza.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió “aplastar” a Hamás y afirmó que cualquier miembro del movimiento islamista palestino que el sábado lanzó una ofensiva general contra Israel podía considerarse un “hombre muerto”.

“Hamás es Daesh (acrónimo en árabe de la organización yihadista Estado Islámico) y vamos a aplastarlos tal como el mundo destruyó a Daesh”, añadió Netanyahu, en su primera alocución junto a los miembros del gabinete de guerra formado con miembros de la oposición.

Por otro lado, el cambio de prioridades políticas se debe al trauma colectivo causado por la operación llevada a cabo por una organización calificada de terrorista tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea.

Esta operación dejó al menos 1.200 muertos en Israel, la mayoría civiles, incluyendo a muchas mujeres y niños. Además, se capturaron decenas de civiles que fueron llevados como rehenes a Gaza.

“Netanyahu está acorralado. Todo el mundo lo presiona, incluso dentro de su partido”, el Likud, según indicó a esta agencia el experto en política israelí, Akiva Eldar.

“Sin cheque en blanco”

Eldar sostiene que ni siquiera el apoyo brindado a Netanyahu por el presidente estadounidense, Joe Biden, representa un “cheque en blanco”. “Bibi (apodo popular de Netanyahu) se ve obligado a destruir la infraestructura de Hamás. Pero si eso implica que los niños de Gaza empiecen a morir de hambre, la opinión pública mundial, actualmente favorable a Israel, cambiará”, afirmó Eldar.

Una operación militar contra Gaza presenta otros riesgos. “La respuesta debe ser proporcional a los horrores cometidos por Hamás, pero Netanyahu no puede permitirse cargar con la muerte de miles de soldados y rehenes”, enfatizó.

El primer ministro, al frente del gobierno más derechista en la historia de Israel, debe evitar la parálisis del país, como ocurrió durante los 34 días de la guerra contra Hizbulá libanés en 2006, advierten los economistas. Esto es probable, según una fuente militar israelí, dado que el ejército no está preparado para combatir en tres frentes: Gaza en el sur, Hizbulá en el norte y un eventual levantamiento en Cisjordania ocupada, en el este.

Netanyahu y uno de los principales líderes de la oposición, el centrista Benny Gantz, anunciaron este miércoles la formación de un gobierno de emergencia que permanecerá en funciones hasta el fin de la guerra. En su primera alocución al frente del nuevo gobierno, el mandatario prometió “aplastar” a Hamás y afirmó que cualquier miembro de esa organización podía considerarse “un hombre muerto”.

Netanyahu, “con los días contados”

La entrada de Gantz al gobierno “reducirá las tensiones, sin cambiar nada en el fondo”, estima el politólogo y exdiputado laborista Daniel Bensimon. “Netanyahu tiene los días contados y lo sabe. No sobrevivirá a esta crisis. Su carrera política está acabada. En Israel nunca había ocurrido algo semejante desde su fundación” en 1948, agregó.

“Habrá una comisión de investigación (sobre el ataque de Hamás). Será tremendo. Caerá con sus ministros en los basurales de la Historia, con esa marca vergonzosa en la frente: la del mayor fiasco político y militar de Israel. Y él lo sabe”, añadió.

Reuven Hazan, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Jerusalén, prevé que las manifestaciones masivas contra la reforma judicial impulsada por Netanyahu, que desde hace meses divide a la sociedad israelí, cobren mayor amplitud cuando las armas callen. Toda la estrategia de Netanyahu frente a Hamás se desmoronó y la opinión “se lo hará pagar muy caro, cuando esta pesadilla acabe”, afirmó.

“Su concepción era errónea”, dijo Hazan, señalando que Hamás, al frente de Gaza desde 2007, y Netanyahu, hombre fuerte de Israel desde 2009, “llegaron al poder casi al mismo tiempo y fue durante ese periodo que los islamistas consiguieron reforzarse hasta este punto”.

“Enorme error”

De hecho, las seis guerras desencadenadas por disparos de cohetes de Hamás desde 2005, cuando Israel se retiró de Gaza, no fueron de ninguna utilidad para el Estado hebreo. “Hemos cometido un enorme error al imaginar que una organización terrorista podía cambiar su ADN”, declaró este martes el general Yaakov Amidror, exasesor de seguridad nacional, al referirse a la salida israelí del enclave.

Esta postura plantea la pregunta más apremiante del momento, formulada por el Jerusalem Post: “¿Tal vez sea el momento de volver a ocupar la Franja de Gaza?”. Hamás afirmó que su ofensiva apuntaba a poner fin a “los crímenes de la ocupación” israelí en los territorios palestinos.

“Cuando se entra en Gaza, nunca se sabe cómo se saldrá”, advirtió Akiva Eldar. “Ese es todo el dilema de Netanyahu. Queda por verse si será suficientemente racional como para tomar la decisión correcta”, añadió.