Si una persona compró una obra de arte, aseguró unas joyas, adquirió un carro de alto valor o una casa de lujo durante los años 2009, 2010 y 2011 y, por otro lado, declaró pocos ingresos a Tributación, lo llamarán a cuentas.
Este es uno de los criterios para fiscalizar contribuyentes que escogió la Dirección General de Tributación para este año.
También estarán bajo la lupa de Tributación los centros de educación privada, los deportistas, los profesionales liberales, las actividades inmobiliarias, los servicios de carga, la importación de vehículos y las actividades agropecuarias, entre otros.
Todos los sectores que están en la mira de Tributación se publicaron el 18 de enero pasado en La Gaceta y hoy en algunos medios.
Fuentes de información. El director de Tributación, Francisco Villalobos, y la directora de control extensivo de esta dependencia, Karla Salas, explicaron que la información sobre las compras la obtuvieron del Registro Público y de las firmas aseguradoras.
Luego compararon las adquisiciones con las declaraciones de impuestos de esos contribuyentes y en los casos que hay incoherencias les están llamando a cuentas.
A estas personas y todas las demás de las cuales Tributación tiene sospecha de evasión les enviarán una carta en la cual les avisan que tienen esa información y les invitan que se acerquen a corregir sus declaraciones o a inscribirse.
A partir de hoy se comenzarán a repartir 11.800 cartas.
¿Cómo lo ven? Dos especialistas consultados avalaron la decisión.
“Es un mecanismo absolutamente válido por parte de la administración, es juntar el instituto legal del incremento injustificado en el patrimonio, con el de los signos externos de riqueza”, comentó Alan Saborío.
“Me parece favorable una actuación de este tipo por parte de la Administración y en contra de la evasión desmedida de algunos sujetos económicos en el país”, opinó Diego Salto. No obstante, añadió, debe tenerse cuidado de no hacer una aplicación desmedida.