Róger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), presentará, este lunes 11 de marzo, un informe de labores ante el plenario legislativo sobre la situación económica del país durante el último año.
El jerarca efectuará una rendición de cuentas dirigida a la población que deberá contener un balance de la situación macroeconómica, perspectivas de crecimiento y la política monetaria implementada.
El funcionario fue citado por los diputados a partir de las 3 p. m. de este lunes, según confirmó la Oficina de Prensa del BCCR.
Una vez presentado el informe, se realizará una interpelación por parte de los legisladores. Esta es la primera vez que el presidente del ente emisor presenta su informe anual por ley, luego de que la norma fuera aprobada por el Asamblea Legislativa, en octubre del año pasado.
La legislación establece que el jerarca del BCCR debe realizar la rendición de cuentas en sesión ordinaria en el mes de marzo de cada año. De ser necesario, podrá ser llamado en el mes de octubre para dar seguimiento a la conducción de la política económica.
La ley también establece la obligación del jerarca del Ministerio de Hacienda de entregar su informe de labores. Nogui Acosta hizo su comparecencia ante los legisladores el pasado lunes 4 de marzo.
Tipo de cambio y tasas de interés
El 2023 fue un año en el cual el Banco Central estuvo en el ojo de la opinión pública por la evolución del tipo de cambio, las tasas de interés y la exigencia a las entidades financieras de información de deudores sin anonimizar.
En setiembre del año pasado, la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público acordó abrir una investigación a la institución a raíz de la petición de datos sin anonimizar de personas y empresas.
El caso trascendió luego de que Rocío Aguilar Montoya, jerarca de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), fue denunciada ante el Ministerio Público por el BCCR, por negarse a entregar la información crediticia completa de los clientes bancarios.
En cuanto al precio del dólar, las críticas fueron principalmente del sector productivo a raíz de los efectos adversos de que la moneda estadounidense iniciara el 2023 en ¢596 y finalizara el año en ¢523.
También se cuestionó a la entidad monetaria por no reducir de manera más acelerada su tasa de política monetaria (TPM), pese a que la inflación interanual cerró en -1,77%. El indicador aún sigue en terreno negativo. En febrero pasado, la variación de los últimos 12 meses fue de -1,13%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.