G7 quiere invertir $600.000 millones en programa mundial de infraestructuras

Recursos se destinarán a obras en países en desarrollo hasta 2027, aseguró Joe Biden, presidente de Estados Unidos

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Berlín. Los países del G7 pusieron en marcha un gran programa de inversiones de $600.000 millones para países en desarrollo, pensado para responder a las grandes obras financiadas por China, anunció el presidente estadounidense, Joe Biden, este domingo 26 de junio.

“Con los socios del G7, buscamos movilizar $600.000 millones hasta 2027 para inversiones mundiales en infraestructuras”, declaró la Casa Blanca poco antes de un discurso de Biden, en el que desveló esta propuesta, durante la cumbre de los siete países más industrializados de Occidente en el sur de Alemania.

Las siete economías más industrializadas del mundo, conformadas por Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá, se reúnen por tres días en el castillo bávaro de Elmau, en Alemania, para dar soluciones a problemas como la disparada de los precios, a las amenazas de hambrunas provocadas por la guerra en Ucrania y las crisis ambientales provocadas por el cambio climático.

El jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, anfitrión de la cumbre, quiso mostrar confianza sobre sus resultados: “Podemos tomar decisiones importantes(...) si actuamos unidos y con determinación”, afirmó.

Scholz y sus socios se han convertido desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero en bomberos de todos los incendios geopolíticos, económicos y financieros provocados por la guerra.

Los países occidentales han castigado a Rusia con sanciones económicas de una rara dureza, sin aparentemente amilanar al presidente ruso, Vladimir Putin, que sube constantemente la apuesta en una guerra de la que no se avizora el fin.

El primer ministro británico, Boris Johnson, llamó a sus colegas a no bajar los brazos.

China preocupa

Pero más allá de la actual coyuntura de tensiones con Rusia, los países occidentales miran con preocupación a China, que se perfila como un rival sistémico.

Los dirigentes del G7, que volverán a encontrarse a partir del martes en Madrid en una cumbre de la OTAN, buscarán respuestas a ese desafío.

“El impacto de las prácticas económicas coercitivas de China, el recurso al trabajo forzado, el robo de propiedad intelectual, son temas centrales para el G7″, dijo Kirby.

Para cuidar las alianzas fuera de su área, el G7 invitó a su cumbre a los dirigentes de Argentina, India, Indonesia, Senegal y Sudáfrica.

Argentina e indonesia apoyaron en la ONU los votos contra Rusia, pero los otros invitados se abstuvieron.

Pero todos están preocupados por la amenaza de una crisis del hambre provocada por el bloqueo de las exportaciones de cereales de Ucrania. Ante ese riesgo, India ya restringió sus propias exportaciones de granos.