Carine Clert, del Banco Mundial: ‘Análisis indican que jóvenes de Costa Rica carecen de habilidades futuras’

Carine Clert, gerente país para Costa Rica y El Salvador, considera que se debe mejorar la disponibilidad de trabajadores capacitados por medio de inversiones continuas en calidad de la educación

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Carine Clert, quien desde el 1.° de julio pasado, es la nueva gerente de país del Banco Mundial para Costa Rica y El Salvador, llegó a la región con una buchaca de ideas para estos países basada en sus estudios y experiencia mundial.

Clert es doctora en Política Social de la London School of Economics, ha liderado y contribuido con programas operativos y análisis sobre políticas contra la pobreza y la exclusión social en varias partes del mundo, incluyendo América Latina, Europa del Este, Medio Oriente y África del Norte.

En una entrevista con La Nación compartió algunas de sus ideas. En seguida un resumen:

¿Qué la motiva a trabajar con nuestros países, Costa Rica y El Salvador?

–Cuando se me presentó la oportunidad de trabajar para Costa Rica y El Salvador no dudé en tomarla. Desde hace muchos años me he interesado en el trabajo de análisis y soporte operacional en América Latina.

“A pesar de que soy francesa y gran parte de mis estudios los hice en Londres, sobresale mi alma latina a la hora de interactuar con mis contrapartes, siempre con respeto y sensibilidad. Considero además que, por mi experiencia de trabajo en otros países de Latinoamérica, puedo aportar conocimientos que favorezcan el desarrollo.

“Costa Rica y El Salvador son países muy diferentes, pero ambos comparten el deseo de obtener resultados concretos y rápidos para mejorar las condiciones de vida de sus pueblos. Después de dos años de pandemia, ambos países tienen ahora la oportunidad de hacer mejor las cosas y de enfrentar los desafíos sistémicos.

“Me enfocaré en escuchar a los gobiernos y a los diferentes actores del desarrollo y en ser su socio de confianza, siempre tratando de aportar no solo financiamiento, sino también ideas y buenas prácticas. Trataré de aportar mi granito de arena para trabajar de la mano con los dos países en impulsar un crecimiento dinámico, inclusivo y sostenible”.

–¿Qué ideas aplicadas en otras regiones del mundo cree que podrían ser útiles para el desarrollo de nuestros países?

Son varias experiencias, podría destacar dos. He observado con interés cómo ciertos países de Asia del Sur se proponen abordar la resiliencia de manera integral, trabajando en proyectos de infraestructura resiliente y, a la vez, con las familias que se encuentran en situación de desventaja.

“En Bangladesh, mediante las transferencias monetarias anticipadas, el Gobierno ha podido desplegar su apoyo justo en el momento del evento catastrófico, ocasionado ya sea por un evento de la naturaleza o por un shock externo.

“También encuentro interesante cómo ciertos países del este asiático deciden apostar al capital humano como un ingrediente imprescindible para un crecimiento fuerte”.

–Costa Rica sufre un alto desempleo, ¿cómo considera que su labor puede contribuir en este tema, dada su experiencia en otras regiones del mundo?

–Partiendo del lado de la demanda de parte del sector privado, es importante promover la creación de más y mejores puestos de trabajo.

“Recientemente, un análisis del Banco Mundial anterior a la covid-19 halló que las brechas en infraestructura física y digital, el bajo nivel de innovación, la falta de competencia y el escaso desarrollo del sector financiero, con la desigualdad resultante en acceso al financiamiento, son algunos de los obstáculos estructurales que enfrenta Costa Rica, a pesar de avances notables en la mayoría de los frentes.

“Las políticas para eliminar los obstáculos a la competencia, mejorar la infraestructura, acelerar la innovación, fortalecer el entorno empresarial, reforzar los derechos de propiedad y brindar un mejor acceso al financiamiento serán cruciales para respaldar la creación de puestos de trabajo de calidad.

Las políticas para eliminar los obstáculos a la competencia, mejorar la infraestructura, acelerar la innovación, fortalecer el entorno empresarial, reforzar los derechos de propiedad y brindar un mejor acceso al financiamiento serán cruciales para respaldar la creación de puestos de trabajo de calidad.

— Carine Clert, gerente de país para El Salvador y Costa Rica del Banco Mundial

“En términos de oferta laboral (fuerza laboral), es clave comprender que no todos los grupos se ven afectados de igual manera y que existen desigualdades significativas en cuanto a los resultados del mercado laboral.

“De hecho, a pesar de los logros educativos de Costa Rica, teniendo la generación más joven mayor acceso a una educación de mejor calidad, aún queda espacio para mejorar la cantidad de trabajadores capacitados. Un mundo laboral cambiante implica una mayor demanda de capacidades avanzadas: como resolución de problemas, adaptabilidad, habilidades digitales; además de habilidades fundamentales como alfabetización y aptitud numérica.

“Si bien Costa Rica ha dado pasos importantes tendientes a alinear el desarrollo de su fuerza laboral con las necesidades del mercado, análisis recientes indican que los jóvenes de Costa Rica carecen de habilidades ‘futuras’ y tienen más probabilidades de estar empleados en ‘puestos de trabajo del pasado’.

“La crisis de la covid-19 exacerbó aún más estas desigualdades: las mujeres y los jóvenes fueron los más golpeados (aunque con excepciones notables, como las mujeres altamente educadas).

“En este contexto, Costa Rica se puede beneficiar de un enfoque integral, aprovechando su notable trayectoria de abordar desafíos por el lado de la oferta y de la demanda. Esto puede incluir: promover la generación de puestos de trabajo de calidad, algo que abarca desde políticas para mejorar la infraestructura física y digital hasta un mejor acceso al financiamiento.

“Mejorar la disponibilidad de trabajadores capacitados con habilidades pertinentes (incluidas ‘habilidades del futuro’) a través de inversiones continuas en calidad de la educación y su alineación con las necesidades del mercado mediante políticas efectivas para el desarrollo de la fuerza laboral, énfasis en una versión mejorada de las habilidades fundamentales y un fuerte monitoreo de la demanda laboral.

“Recientemente, Costa Rica tomó medidas para monitorear la demanda laboral y la capacitación impulsada por el sector privado (por ejemplo, modernización del Instituto Nacional de Aprendizaje en línea con la evidencia internacional), algo que sentará las bases para mejorar la disponibilidad de trabajadores capacitados con habilidades pertinentes.

“Promover la inclusión de las mujeres y de los jóvenes en el mercado laboral, a través de intervenciones o programas activos para el mercado laboral que aborden los problemas de oferta y demanda, como ayudas salariales durante la capacitación, y medidas complementarias como subsidios o bonos para el cuidado infantil para que el impacto sea aún mayor”.

–Costa Rica, al igual que otros países, afronta una mayor inflación que se prevé repercutirá en mayor pobreza. Con base en su experiencia, ¿qué medidas considera usted que puede valorar Costa Rica para ayudar a los hogares más pobres a afrontar este choque inflacionario?

–En Costa Rica, una estrategia efectiva podría centrarse, en el corto plazo, en transferencias monetarias con beneficios ajustados a la inflación y, en el mediano plazo, en mejorar las oportunidades y la inclusión económica de poblaciones pobres y vulnerables (cercanas a la línea de pobreza).

“Costa Rica tiene la oportunidad de aprovechar los programas de asistencia social existentes, y proporcionar transferencias temporales en efectivo y en especie para los hogares pobres y vulnerables que actualmente no están cubiertos por estos programas.

“Adicionalmente, se podrían realizar algunos esfuerzos para llegar a otros grupos poblacionales que se consideran vulnerables (más allá de los pobres) pero que aún no están cubiertos por los programas de protección social, con el objetivo de evitar que un nuevo grupo de personas caiga en la pobreza.

“El uso de los registros administrativos del Bono Proteger (programa de emergencia implementado como respuesta a la covid–19) podría orientar la expansión de los beneficios a lo que se conoce como el “missing middle” o el sector medio desaparecido.

“A mediano plazo, mejorar la participación laboral representa una prioridad. El ingreso laboral constituye una proporción baja y decreciente del ingreso familiar per cápita para quienes se encuentran en la parte inferior de la distribución del ingreso, pero también la tasa de participación de Costa Rica es baja en el contexto regional –especialmente para los más pobres–.

“El espacio fiscal para aumentar el gasto en protección social requeriría una combinación de redistribución de recursos y, con el tiempo, la movilización de ingresos. Al mismo tiempo, existe un potencial considerable para incorporar la protección social dentro de una política económica y social más amplia para la recuperación”.