Así aplica Costa Rica las lecciones de los premios Nobel de Economía 2022

Los estudios de Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig, ganadores del Nobel de Economía, ayudaron a mejorar las herramientas para afrontar las crisis financieras: varias ya se usan en Costa Rica

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Tres estadounidenses, Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig, fueron galardonados con el Premio Nobel de Economía 2022 por sus contribuciones para explicar las crisis financieras, comprender la función de los bancos en la economía y con ello desarrollar instrumentos para el bienestar de los consumidores financieros.

Algunas de esas herramientas se aplican en Costa Rica y tienen hoy al país más blindado para afrontar este tipo de crisis, como la que se vivió en el 2008 y 2009.

Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central, y quien laboró en diferentes puestos en el Fondo Monetario Internacional (FMI), del 2006 al 2018, comentó que no conoce personalmente a los ganadores del premio, pero ha estado presente en exposiciones de Bernanke y Diamond.

Bernarke analizó la Gran Depresión de la década de 1930, la peor crisis económica de la historia moderna. Entre otras cosas, mostró cómo las corridas bancarias (cuando un gran número de ahorrantes retiran su dinero del banco en simultáneo) fueron un factor decisivo para que la crisis se hiciera tan profunda y prolongada.

“Cuando los bancos colapsaron, se perdió información valiosa sobre los prestatarios y no se pudo recrear rápidamente. La capacidad de la sociedad para canalizar el ahorro hacia inversiones productivas se vio así severamente disminuida”, se explica en el comunicado de la Academia de Ciencias.

Cubero contó, como dato curioso, que Bernanke tuvo la posibilidad, como gobernador de la Reserva Federal (del 2006 al 2014), de implementar algunas de las soluciones que él mismo había venido vislumbrando en sus estudios. A él correspondió tomar decisiones parar mitigar el impacto de la gran crisis financiera mundial del 2008 y 2009.

Para que la economía funcione, los ahorros deben canalizarse hacia las inversiones. Sin embargo, aquí hay un conflicto: los ahorradores quieren acceso instantáneo a su dinero en caso de desembolsos inesperados. Por su parte, las empresas y los propietarios de viviendas necesitan saber que no se verán obligados a pagar sus préstamos antes de tiempo, explica la Academia de Ciencias, en el comunicado.

“En su teoría, Diamond y Dybvig muestran cómo los bancos ofrecen una solución óptima a este problema. Al actuar como intermediarios que aceptan depósitos de muchos ahorradores, los bancos pueden permitir que los depositantes accedan a su dinero cuando lo deseen, al mismo tiempo que ofrecen préstamos a largo plazo a los prestatarios”, añade.

Sin embargo, si un gran número de ahorradores corren simultáneamente al banco para retirar su dinero, el rumor puede convertirse en una profecía autocumplida, y se produce una corrida bancaria que podría hacer que el banco colapse.

El seguro de depósitos

Cubero explicó que los estudios de estos dos economistas demostraron que había una solución práctica al problema de las corridas, al generar un seguro de depósitos que redujera la incertidumbre de los ahorrantes de eventualmente recurrir al banco a solicitar su dinero.

Este seguro entonces cumple dos funciones: es un respaldo para los depositantes y también para la estabilidad del sistema porque reduce la probabilidad de corridas bancarias.

En Costa Rica, este tipo de instrumento se implementó con la Ley de Creación del Fondo de Garantía de Depósito y Mecanismos de Resolución de los Intermediarios Financieros, publicada en febrero del 2020, el cual permite cubrir a los ahorrantes hasta por ¢6 millones.

“Nosotros, en efecto promovimos, como parte de la agenda de acceso a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), la creación de un seguro de depósitos en el país, siendo realmente un hito histórico, porque después de muchas décadas de haberle quedado debiendo a los costarricenses esta figura, finalmente se logró aprobar en el año 2020”, explicó Cubero.

Este fondo se comenzó a alimentar en octubre del 2021 y cubre a cerca del 90% de los ahorrantes de todas las entidades financieras que participan, que son: los bancos estatales, el Banco Popular y de Desarrollo Comunal, los bancos privados, las sucursales de bancos extranjeros y de las empresas financieras no bancarias, las cooperativas de ahorro y crédito supervisadas, las asociaciones solidaristas supervisadas por la Superintendencia General de Entidades Financieras y la Caja de ANDE.

Dicho fondo no incluye al Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), ni las mutuales porque tienen su propio mecanismo. En el caso de los bancos estatales (Nacional y de Costa Rica) tienen garantía universal e ilimitada, de manera que, en caso de dificultades, se tomarían los primeros ¢6 millones del fondo y el exceso lo aportaría el Gobierno.

¿Qué más se puede aplicar?

Consultado sobre qué le falta a Costa Rica por implementar, con base en las enseñanzas de los premiados, Rodrigo Cubero indicó que ya el país tiene una red de seguridad financiera mucho más sofisticada; se ha fortalecido la supervisión y la regulación financiera, existe el seguro de depósitos y un mecanismo de resolución bancaria modernizado (cuando se hace la liquidación ordenada de una entidad).

Consideró que se puede seguir fortaleciendo la educación financiera, la que consideró “una pata importantísima” de la red de seguridad financiera. Un ejemplo es mejorar los componentes de la educación financiera desde primaria y secundaria, instruyendo a los menores sobre la importancia del ahorro, la austeridad, la disciplina y las inversiones cuidadosas. Y empatar la educación financiera con mejores mecanismos de protección financiera, como se pretende en un proyecto de ley, añadió.

Rodrigo Bolaños, expresidente del Banco Central, quien estudió en la Universidad de Chicago y coincidió como banquero central con el periodo en el cual Bernanke dirigió la Reserva Federal, comentó que lo conoció en reuniones y conferencias.

Bolaños explicó que el premio reconoció el aporte de estos tres economistas a cómo las sociedades, incluida la costarricense, pueden tener mejores diseños institucionales en sus sectores financieros y cómo pueden diseñar y aplicar mejores políticas macroeconómicas que fomenten la estabilidad financiera y reduzcan la ocurrencia y costos de crisis bancarias.

Además del seguro a los depositantes, Bolaños indicó que también se les reconoció innovaciones en el diseño y aplicación de políticas monetarias para enfrentar las crisis con mejores y más variados instrumentos que permitan evitar o disminuir la falta de liquidez en los mercados financieros. De esta manera se reduce la ocurrencia de cierres o quiebras de intermediarios financieros solventes con los costos sociales y la pérdida de riqueza que eso representa para los acreedores y deudores, y la sociedad en general, agregó.

“Costa Rica aplicó en años recientes tanto la figura del seguro de depósitos, así como las modalidades de mejor manejo de la liquidez durante la crisis provocada por la pandemia de la covid-19, por medio de reformas a la Ley del Banco Central de Costa Rica que permiten inyecciones de liquidez por medio de mecanismos innovadores como los usados en los países desarrollados en la crisis del 2008-09 y basadas en las contribuciones de Bernanke, Diamond y Dibvig”, dijo Bolaños.