Un nuevo capitalismo

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El capitalismo ha sacado de la pobreza a más personas que ningún otro conjunto de reglas de juego. Ha desafiado y estimulado la inventiva humana, con efectos positivos e irreversibles. Ha sido un fecundo terreno de ejercicio de la libertad. Ha promovido el desarrollo y la consolidación de ese prodigio de organización y productividad que es la empresa moderna. Pero, ha logrado todo esto en una etapa histórica en la cual no existía ni la información ni la sensibilidad sobre el daño que la explotación cruda de recursos no renovables causa al bien común.

Humair Haque ha escrito A new capitalist manifesto , un libro sobre opciones de reforma al capitalismo para eliminarle sus disfuncionalidades. En su prólogo Gary Hamel, un influyente autor sobre el tema de negocios, señala las creencias del capitalismo que deben ser cuestionadas, las cuales, por cierto, no solo hay que leerlas sino meditarlas. Se mencionan en esta traducción muy libre, solo sus palabras claves:

“Los negocios son (solo) para hacer dinero. Los ejecutivos deben ser compensados por resultados a corto plazo (aunque esto perjudique a los accionistas y a la sociedad). Los líderes de las empresas solo son responsables por lo que ocurre en sus empresas (no por las consecuencias que su operación tiene, por ejemplo sobre el ambiente).

”Los únicos interesados en la empresa son quienes compran sus productos. Los consumidores no son socios de la empresa en el proceso de creación y distribución de valor y no están interesados en las consecuencias (adversas) de los procesos productivos.

”Se vale que las empresas exploten la ignorancia o la falta de opciones de los clientes. Se vale que obstaculicen el surgimiento de mejores tecnologías o de competidores inconvenientes. Una marca es una creación de la empresa y nada más. El malestar de los consumidores con las empresas es individual y nunca se organizarán para expresarlo.

”Los negocios se ocupan de ventajas, superioridad, excelencia y no del amor, la dicha, el honor, la belleza o la justicia. Los colaboradores son primero recursos y luego seres humanos”.

A partir de esto, convendría imaginar las creencias contrarias y cómo sería un mundo que se apegara a esa nueva visión.