Tarifas médicas y de medicinas elevan los costos de la depresión

Citas psicológicas cuestan ¢30.000 y las psiquiátricas rondan los ¢40.000

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Los pacientes con depresión, cuya familia o encargados quieren atenderlos por la vía privada, afrontan una suma importante de costos.

Para comenzar, están las citas con el psicólogo o el psiquiatra. El primero de estos especialistas tiene una tarifa mínima de ¢30.000 por sesión según el Colegio de Psicólogos, mientras que en el segundo caso es de ¢40.000, según informó el Colegio de Médicos.

Este último gremio realiza actualmente el estudio tarifario de los procedimientos, como, por ejemplo, la terapia eléctrica.

El costo de los medicamentos también es un desembolso importante y algunas veces hay otros gastos en terapia, ejercicios u otras actividades que pueden ayudar al paciente.

Además, si la persona trabaja como asalariado y requiere incapacitarse, recibirá menos remuneración.

Las citas. El número de citas que necesita una persona es muy variable, explicaron Marco Vidaurre, psicólogo clínico y vicepresidente del Colegio de Psicólogos, y el psiquiatra Mauricio Campos.

Vidaurre explicó que primero hay que saber distinguir la tristeza de la depresión.

“La tristeza es una emoción que las personas sentimos cuando vivimos situaciones circunstanciales, siendo una respuesta esperada ante algunos eventos, pero es común decir a la gente: ‘estoy deprimida porque...’, cuando esto no es una depresión”, dijo.

Este especialista detalló que la depresión es un conjunto de síntomas que limitan o afectan la funcionalidad a nivel social y laboral, u otras esferas importantes de la vida de las personas.

Los síntomas más comunes son: sentimientos de culpa, pérdida del interés por situaciones o experiencias placenteras, llanto fácil, alteraciones del sueño y el apetito, así como aislamiento.

En Costa Rica no hay datos de cuántas personas la padecen, pero es la causa más frecuente de incapacidades por trastornos mentales y emocionales.

Los episodios depresivos pueden calificarse como leves, moderados o graves, y para diagnosticar una depresión debe haber transcurrido al menos dos semanas de que la persona presente síntomas, especificó el psicólogo Vidaurre.

En psiquiatría. En psiquiatría, Campos explicó que si el episodio depresivo es leve, no siempre requiere tratamiento farmacológico, y si en un mes la persona está mejor, se le podría dar de alta en el próximo mes.

En el caso de un episodio depresivo grave es posible que requiera un seguimiento más frecuente, medicación y en caso de que haya un cambio fuerte de estado de ánimo o que la medicación no funcione hay que llevarlo al psiquiatra.

“Generalmente, los medicamentos que utilizamos los psiquiatras van haciendo efecto entre tres semanas y un mes; por eso se le da la cita a un mes o mes y medio para poder valorar la reacción”, dijo.

Los medicamentos utilizados son, principalmente, antidepresivos, los llamados inhibidores selectivos de recaptura de serotonina, ISRS, explicó Campos.

El costo de ellos es muy variable; el gasto promedio mensual podría rondar los ¢ 20.000, según el especialista.

Otros costos. Para las depresiones graves generalmente se requiere también un proceso psicoterapéutico, en el cual se va manejando la situación que ha iniciado la depresión o el conflicto.

Este proceso puede ser con un psicólogo o si el psiquiatra maneja la parte terapéutica también puede hacer ambos trabajos y negociar con la familia el costo de las citas, detalló Campos.

A veces se requiere terapia de familia o de pareja, o algunas veces se recomienda ejercicio, descanso o la incapacidad laboral.

Una duda que enfrentan las familias o encargados es: ¿cómo saber cuándo se requiere psicólogo o psiquiatra?

Miguel Garita, psicólogo con 30 años de experiencia, explicó que cuando hay ansiedad y depresión, las cuales pueden llevar al suicidio, o cuando la depresión es profunda –por ejemplo, la persona no se levanta de la cama y no quiere hacer nada– se requiere medicación y para ello hay que ir al psiquiatra.

Algunas veces, añadió Garita, según el tipo de depresión se recomienda otras actividades adicionales como un plan de ejercicios o pintar, por ejemplo, lo cual puede acarrear otros costos.

En ocasiones, las personas, para bajar los gastos, optan por una combinación de atención entre pública y privada.