El proyecto ciudadano “Con Sentido Popop” capacitó y brindó acompañamiento a 67 nuevos emprendedores en la segunda edición de su programa. Ahora, esos pequeños empresarios venderán juntos en un espacio colectivo luego de pasar por un proceso de mejora de sus productos.
La iniciativa es organizada por Esteban Solís, y sus hermana Laura y María. También forman parte del proyecto Desiré Odio, quien se integró a principios del 2022, Sioni Torres, y Milena Esquivel, quien participó de la primera edición del programa como emprendedora.
Como parte del proceso final del acompañamiento, los emprendedores tendrán una tienda conjunta donde pondrán a la venta sus productos, sin tener que pagar una cuota por el espacio y donde todas las ganancias van directamente para ellos.
La tienda estará ubicada en el local #20 del centro comercial Plaza Tempo y abrirá sus puertas el sábado 11 de noviembre. Lo distintivo de este espacio es que los propios emprendedores se apoyarán mutuamente; ellos mismos serán los encargados de vender tanto sus productos como los de sus compañeros.
El espacio temporal estará abierto hasta el 23 de diciembre y se podrá pagar con tarjeta, efectivo, o por medio de transferencia vía Sinpe Móvil. En el lugar las personas eligen lo que desean comprar y lo pagan en una caja única, como habitualmente se hace en una tienda. El horario será de 10:00 a.m. a 9:00 p.m.
Este año, los organizadores formalizaron la iniciativa creando una asociación sin fines de lucro con el objetivo principal de fortalecer a las pequeñas empresas proporcionándoles los insumos necesarios para salir al mercado con productos de alta calidad.
De un total de 160 proyectos de emprendedores, 67 fueron seleccionados para participar en esta edición. Durante tres meses, los participantes fueron capacitados en áreas específicas como etiquetado, comunicación y mercadeo, mediante la orientación de mentores expertos en el campo.
“Es muy bonito ver cómo hemos crecido, nosotros nos consideramos emprendedores también con nuestro proyecto. Esta iniciativa a futuro puede ser grande, estamos siempre abiertos a escuchar y a cambiar para hacer que las cosas funcionen”, indicó Laura Solís.
Desiré Odio añadió que el proyecto tiene la misión de que los emprendedores aprendan a valorar sus productos, para que no les de temor cobrar por su trabajo, así como educar a los compradores para que conozcan todo lo que hay detrás de una pequeña empresa que produce a nivel nacional.
Éxito en primera edición
En cuanto a la primera edición del proyecto, esta se llevó a cabo como un plan piloto y resultó ser un rotundo éxito. Se brindó capacitación a 60 emprendedores durante todo un año, con la ayuda de expertos en diversas áreas empresariales como mercadeo y redes sociales, tomando como referencia un proyecto similar realizado en Kassel, Alemania.
La iniciativa recaudó más de ¢50 millones en ventas durante seis semanas, que fueron distribuidos directamente entre los emprendedores, ya que el proyecto tiene un enfoque sin fines de lucro.
“Para un proyecto inicial, donde nosotros no cobramos absolutamente nada, fue un gran récord de ventas. Para muchos de los emprendedores fue sorprendente y se les hizo más que el aguinaldo, no esperaban un éxito así”, manifestó Esteban Solís.
Por su parte, Esquivel, quien participó de la primera generación del proyecto, pero ahora forma parte de la organización, enfatizó en que superó las expectativas de los emprendedores, y que lo que más resalta de la iniciativa es el apoyo entre los pequeños empresarios y el crecimiento personal de cada participante.
María Solís agregó que más allá del espacio colaborativo para vender los productos, el proyecto requiere de compromiso para sacarle el máximo provecho, y que uno de los objetivos centrales de la iniciativa es la creación de una comunidad de emprendedores.