EE.UU. busca privatizar gigantes inmobiliarios una década después de la crisis

Las empresas están actualmente autorizadas a tener un capital de reserva de $6.000 millones a pesar de poseer hipotecas por casi $6 billones.

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Una década después del estallido de la burbuja inmobiliaria que desató la Gran Recesión de Estados Unidos, el gobierno del presidente Donald Trump quiere privatizar a los principales ejes del gigantesco mercado de la vivienda.

El secretario del Tesoro Steven Mnuchin compareció ante el Senado para presentar una reforma financiera del sistema inmobiliario que incluye las entidades respaldadas por el gobierno Fannie Mae y Freddie Mac.

"En su actual forma, Fannie y Freddie aún son demasiado grandes para quebrar", dijo Mnuchin a los legisladores. Indicó que por tamaño e importancia generan obligaciones al sistema financiero que podrían llegar a requerir otro rescate que sería muy impopular.

Ambas organizaciones -que juntas concentran casi la mitad de todas las hipotecas residenciales de Estados Unidos- estaban en los hechos nacionalizadas desde el desastre hipotecario de 2008 que generó una crisis mundial.

El gobierno destinó ese año $190.000 millones para evitar que ambas quebraran cuando miles y miles de estadounidenses dejaron de pagar sus hipotecas en todo Estados Unidos.

En los hechos, ambas no fueron las que generaron hipotecas. En cambio inyectaron liquidez al sector inmobiliario al comprar hipotecas a bancos y luego hacer paquetes de activos que vendían a inversores que a su vez podían mantenerlas o revenderlas. El sistema se desmoronó porque estaban basadas en hipotecas de alto riesgo de incumplimiento como en los hechos se comprobó.

Mark Calabria, director de la agencia federal de vivienda, dijo que una caída del 25% en el mercado inmobiliario generaría actualmente a las entidades financieras pérdidas por $43.000 millones.

"En su actual condición financiera, las empresas no están equipadas para soportar una caída del mercado de la vivienda", dijo.

Ambas están autorizadas a tener un capital de reserva de $6.000 millones a pesar de poseer o garantizar hipotecas por casi 6 billones.

La semana pasada el Tesoro diseñó un plan para reformar ambas entidades y alcanzar así un objetivo del gobierno de Trump.

Aún cuando Fannie Mae y Freddie Mac son entidades híbridas que negocian en Wall Street, debido a que el Estado es en gran parte uno de sus propietarios, sus dividendos son pagados por el Tesoro, algo que los inversores privados quieren cambiar.