Demanda global de ‘chips’ impulsa a Intel a doblar su apuesta por Costa Rica

Empresa eleva a $600 millones recursos para su operación de ensamblaje de microprocesadores para servidores y computadoras; medida implicará contratación de 600 trabajadores en lugar de 200.

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El aumento de la demanda internacional de microprocesadores de Intel, para servidores y computadoras, llevó a la multinacional a doblar la inversión y la contratación de trabajadores en su planta de manufactura de chips en Costa Rica.

La empresa anunció, este miércoles 21 de julio, que ampliará su inversión en el país a $600 millones, desde los $350 millones anunciados en diciembre del 2020.

Los recursos se emplearán en un plazo de tres años para la operación de ensamble y prueba.

El dinero se destinará a instalar más maquinaria en el país y acondicionar las instalaciones de la planta ubicada en San Antonio de Belén, explicó a La Nación Timothy Scott, gerente de Asuntos Gubernamentales de Intel Costa Rica.

Adicionalmente, la empresa aumentó en $40 millones la inversión en nuevos equipos y tecnología para los laboratorios del Centro de Investigación y Desarrollo (I&D).

“Intel debe hacer frente a la demanda de sus consumidores. El incremento en la demanda de microprocesadores nos lleva en una única dirección: aumentar la oferta (...). Nos llegó la noticia (desde casa matriz) de la necesidad de ampliar la capacidad; el reto lo tomamos y empezamos a trabajar”, aseguró Scott.

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Entre las razones para elevar la apuesta por la operación en el país están la experiencia acumulada durante 17 años de producción de microprocesadores.

La multinacional dejó de fabricar chips en el país en el 2014. Sin embargo, Scott comentó que se decidió conservar la infraestructura de manufactura, con lo cual se facilitó el proceso para reiniciar dicha operación.

“El tiempo que se requiere para satisfacer las necesidades de nuestros clientes es transcendental. La velocidad con la que podemos satisfacer esas necesidades es uno de los elementos que permitió que Costa Rica fuera el elegido para ampliar sus operaciones”, explicó el gerente de Asuntos Gubernamentales.

Añadió que la certeza jurídica del país es muy importante, pues le brinda “confianza” a la compañía para ampliar sus negocios en Costa Rica.

Intel opera en el país desde 1997, cuando comenzó la fabricación de microprocesadores. Posteriormente, amplió sus labores a investigación y servicios de apoyo, como los financieros, de recursos humanos y administrativos.

Más empleos

El arranque de la operación de ensamble y prueba implicará que la corporación reclute a 600 personas, en vez de las 200 iniciales, para el proceso de manufactura, el cual comenzará a funcionar en dos meses.

Además, tendrá un efecto de necesidad de nuevos colaboradores para el Centro de Investigación y Desarrollo y el Centro de Servicios Globales.

En total, se han contratado 750 personas del 2020 a la fecha, para ensamble y prueba, el Centro de Investigación y Desarrollo y el de Servicios Globales, detalló la empresa.

La multinacional detalló que, en este momento, mantienen más de 150 posiciones abiertas en diversas áreas, como ingeniería, manufactura, finanzas y tecnologías de la información, entre otras.

Los interesados en postularse pueden buscar todos los detalles únicamente en www.intel.com/jobs.

Actualmente, la empresa da empleo a 2.700 colaboradores de manera directa y a 3.800 personas de forma indirecta.

Los microprocesadores atraviesan una época de escasez mundial que podría extenderse por varios meses, ya que son demandados por gran variedad de industrias.

Ileana Rojas, gerenta de Intel Costa Rica, explicó a La Nación, en junio pasado, que la empresa se encontraba haciendo importantes esfuerzos para elevar y diversificar la capacidad de producción local para enfrentar este reto.

La ejecutiva explicó que la presión que afronta la industria tiene orígenes multifactoriales: la pandemia aumentó la demanda de tecnología, tanto empresarial como para usuarios finales, con tendencias como el trabajo en casa, las reuniones virtuales y los servicios en la nube, por citar algunos ejemplos.

A lo anterior se añade el complejo proceso de ingeniería que implica diseñar y manufacturar semiconductores.

El presidente de la República, Carlos Alvarado, destacó que la decisión de Intel envía una extraordinaria señal de confianza en el país.

“Esta es una relación de largo plazo, fundamentada en la alta calidad de nuestro talento humano y en un clima de inversión que brinda las condiciones necesarias para ejecutar procesos complejos, fomentando así la reinversión y crecimiento de las empresas”, enfatizó Alvarado.

En tanto, Andrés Valenciano, jerarca del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), dijo que el anuncio es una prueba del talentoso capital humano de Costa Rica y su capacidad de mano de obra en una industria con alta demanda.

Competitividad y logística

Timothy Scott destacó que Costa Rica debe continuar con el proceso de mejora de su competitividad y de procesos logísticos, para lograr inversiones como las anunciadas por la empresa.

“Muchos países están dando pasos agigantados para verse competitivas para compañías como Intel. Hoy tenemos un régimen competitivo en Costa Rica, pero debemos avanzar. Algo que valoramos mucho es la gente”, comentó Scott.

La logística de importación de insumos y exportación de los chips es trascendental para la multinacional.

El vocero de la empresa comentó que, en el caso de Intel, todo el proceso se hace por vía aérea, dada la necesitad de responder de manera ágil a los requerimientos de sus clientes.

Scott reconoció que trabajan de manera estrecha con la Dirección General de Aduanas y la compañía Aduanas Santamaría para agilizar dichos procesos.