La Contraloría General de la República detectó debilidades en el plan de seguimiento y control del proyecto para construir el Centro Nacional de Congresos y Convenciones (CNCC), de acuerdo con el informe N.° DFOE-AE-IF-13-2016, del 26 de octubre de este año.
Esto conlleva riesgo porque no se emiten de forma sistemática informes de avance y desempeño que den cuenta del alcance, cronograma, costos, calidad y riesgos del proyecto, declaró la entidad en el informe.
Así lo comunicó la Contraloría al Instituto Costarricense de Turismo (ICT), que está en el proceso para construir esa obra y cuyo contrato de edificación está en proceso de refrendo, también en los despachos del ente contralor.
Se trata de una auditoría de carácter especial acerca de las metas de cumplimiento en la gestión del proceso para construir ese centro de eventos.
Este informe de auditoría se une a las peticiones y cuestionamientos que hizo la Contraloría al refrendo del contrato para iniciar la construcción de ese inmueble, el cual todavía no recibe el aval de la entidad.
Sin embargo, el gerente del proyecto del CNCC, Juan Carlos Borbón, sostuvo que la Contraloría tiene la obligación de velar por que todo esté en orden, especialmente en un proyecto de bastante inversión. Por eso, estimó normal que se pidan ajustes e informaciones adicionales.
Borbón consideró que en las etapas previas a la construcción (permisos, autorizaciones, contratación de planos, presupuesto) los controles fueron suficientes. Empero, aseguró que para la etapa de construcción, se adecuarán los procesos para cumplir con lo solicitado en el informe.
Defendió la contratación de la empresa Edica como encargada de construir las instalaciones y recordó que no hubo apelaciones en vista del buen proceso.
El CNCC tendrá 15.600 metros cuadrados de construcción y estará en un terreno de diez hectáreas. La propuesta de hacerlo se lanzó hace unos 15 años.
Aspectos. En este último informe, la Contraloría aseguró: “El instrumento de control del tiempo utilizado como cronograma carece de rigor técnico, pues no establece un orden óptimo de las actividades, la desagregación de estas, las holguras, ni las fechas de inicio y término programadas, lo cual eleva el nivel de incertidumbre acerca de la finalización de plazos, con el consecuente incremento en los costos”.
De acuerdo con la Contraloría, el ICT calculó un avance del proyecto del 53,25% del total para el periodo 2011-2015.
“A criterio del Órgano Contralor está sobreestimado (el cálculo del avance), pues el proyecto no se encuentra en fase constructiva, y los recursos financieros ejecutados corresponden al 7% de los $38 millones del costo estimado del proyecto”, se destaca en el informe de la auditoría.
También se considera que el ICT no ha implementado un proceso de seguimiento robusto del desempeño del proyecto, ya que no son periódicas las mediciones del avance y las proyecciones, ni se emiten informes al ministro de Turismo, la Gerencia del Instituto o a su Junta Directiva.
“Esas debilidades en la gestión del proyecto permiten concluir que el ICT asume riesgos que pueden incidir en desviaciones relevantes en materia de ejecución de proyectos”, concluyó el informe del ente contralor.