El despido de Federico Carrillo como gerente general de Bicsa (Banco Internacional de Costa Rica) el 24 de abril pasado, está precedida de cinco renuncias importantes para la institución.
La primera, en enero pasado, fue la de Francisco Montoya como gerente de finanzas y contabilidad; en marzo renunciaron la contralora, Argelis Pinzón, y la gerente legal, Sheyla Soto, y en abril se sumaron los directores independientes Óscar Rodríguez y Álvaro García.
La Junta Directiva fundamentó el despido de Carrillo en la pérdida de confianza y añadió que fue: “(...) debido a la omisión de fiscalización de algunas operaciones financieras realizadas por Bicsa, concretamente los denominados swaps ”.
Estos son instrumentos en los cuales las partes pactan una tasa de interés futura. En entrevista publicada ayer por este diario, Carrillo señaló que los swaps los negoció Francisco Montoya, con un poder que le otorgó la Junta Directiva y por lo tanto negó falta de fiscalización de su parte.
Bicsa es propiedad de los bancos de Costa Rica (51%) y Nacional (49%).
¿Por qué se fueron? Los exjerarcas, a los cuales fue posible contactar, alegaron diferentes razones para salir del banco y negaron que las renuncias estén relacionadas.
Montoya explicó que su salida fue una decisión personal porque quería estar más tiempo con su familia que vive en Costa Rica.
“Yo he estado varios años trabajando en Bicsa, con mi familia en Costa Rica y con hijos pequeños es complicado estar viajando los fines de semana y desde marzo 2012 comencé a buscar opciones para regresar a Costa Rica y dentro de esas opciones tenía varias oportunidades y una de ellas era trabajar en el Banco Nacional”, explicó.
La Dirección de Relaciones Institucionales del Banco Nacional confirmó que Montoya fue contratado como asesor para elaborar una estrategia de venta de deuda subordinada a instituciones multilaterales de desarrollo, y su contratación se concretó en noviembre del 2012. Montoya laboró en la entidad entre enero y mayo del 2013.
Sobre la respuesta de Carrillo de que él negoció los swaps directamente, Montoya dijo que eso es resorte de la Junta Directiva y que por respeto a esta no debería pronunciarse; no obstante, señaló que según las leyes panameñas el gerente general en ningún momento puede aducir desconocimiento.
Otra pérdida significativa fue la de Rodríguez, quien fungió en Costa Rica como superintendente de Entidades Financieras. El exjerarca se limitó a señalar que perdió independencia y por eso renunció.
“Sentí que estaba perdiendo la independencia de criterio necesaria para ejercer mis funciones como director. Esto ya es un caso cerrado”, aseveró.
Consultado sobre si las salidas de personal clave afectan a Bicsa, Rodríguez señaló:
“Si yo fuera el dueño del Banco estaría preocupado, porque eso tiene que sustituirse rápidamente y si hay una razón subyacente que amarra todos esos hechos a una sola razón o una causa, pues hay que eliminar esa causa o disminuirla”.
A Álvaro García se le dejaron mensajes en su casa y oficina, pero no devolvió la llamada.
Respecto a las salidas de la contralora y la gerente legal, Carrillo explicó que ellas encontraron mejores oportunidades y que son profesionales de alto nivel.
Alcides Calvo, actual presidente de la Junta Directiva de Bicsa, prefirió no referirse debido a que existe un proceso legal.