Centro de convenciones acude a servicios virtuales y pequeños eventos para iniciar reactivación

Industria de turismo de reuniones prevé que una eventual normalización no se dará sino hasta el 2023

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El Centro de Convenciones de Costa Rica apunta a los servicios virtuales, eventos presenciales de hasta 75 personas y una mezcla de ambos, para iniciar la reactivación, mientras su operación debe ser financiada por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).

La empresa también acude a fotografías, videos y demás elementos audiovisuales de los eventos que está realizando, pues esos recursos se utilizarán en la promoción con la cual pretende volver a atraer congresos internacionales en medio de la pandemia.

Las reuniones presenciales de hasta 75 personas se pueden realizar desde el 9 de setiembre, de acuerdo con la apertura autorizada por el Ministerio de Salud.

Álvaro Rojas, gerente general del Centro de Convenciones de Costa Rica, explicó que la estrategia pasa primero por recuperar la confianza para eventos locales, mediante la estricta aplicación de protocolos sanitarios acreditados internacionalmente.

De lo anterior se desprende la importancia de demostrar con recursos audiovisuales, que se están haciendo eventos.

A partir de la confianza local se construye la internacional, explicó el ejecutivo, pues la candidatura de Costa Rica para eventos regionales o mundiales es promovida por los denominados “embajadores”, que son representantes de las diferentes organizaciones nacionales.

Esto es que, para traer al país un congreso veterinario internacional, por ejemplo, el principal expositor (embajador) de la candidatura costarricense es un líder local de ese sector.

La estrategia de ese centro va a tono con la que desarrolla toda la industria nacional de congresos y reuniones, reunida en el Buró de Convenciones de Costa Rica, donde hay 70 empresas afiliadas.

Entre esas están hoteles como el Marriott o Real Intercontinental, Parque Viva y muchas otras compañías especializadas que tienen centro de reuniones o de convenciones.

Dennis Whitelaw, presidente del Buró, y Tatiana Orozco, su directora ejecutiva, explicaron que es muy difícil estimar fechas para la recuperación de esta industria, una rama muy fuerte del turismo.

Empero, Whitelaw estimó que el 2021 podría terminar con el 50% de los volúmenes del 2019; el 2022 con alrededor del 75% y que en el 2023 se daría en algún momento la recuperación hacia lo niveles anteriores a la pandemia de la covid-19.

Mientras, la industria general del país logró que se pospusieran 45% de los eventos pactados para este 2021 a fechas que están entre el 2021 y el 2025, declaró Orozco. Se trata de entre 35 y 38 eventos que se realizarán en algún momento de esos años, explicó.

Adicionalmente, Costa Rica promueve desde ya 25 candidaturas para actividades en los próximos años, según el Buró. Estas están proceso.

En el caso del Centro de Convenciones de Costa Rica, las negociaciones permitieron la posposición del 35% de los negocios pactados, explicó Rojas.

Mientras tanto, el ministro de Turismo, Gustavo Segura, enfatizó que siguen apoyando a la industria de reuniones y, en particular, al Centro de Convenciones, cuyo edificio es propiedad del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y es administrado por el consorcio colombiano-costarricense Heroica-Volio Trejos.

“Nosotros no abandonamos al Centro de Convenciones, sabemos que es una responsabilidad del Estado y la estrategia está viva, el mundo va a viajar menos, pero va a viajar, y el segmento de reuniones se va a transformar un poco, pero va a seguir existiendo”, enfatizó el ministro Segura.

El ICT informó de que para el resto de este año aportarán $700.000 para la administración de ese complejo. Se aplicarán en costos fijos como el mantenimiento del inmueble, del equipamiento, los servicio públicos, entre otros.

Fortalezas

Whitelaw, Rojas y Orozco coincidieron en que la capacidad de Costa Rica de organizar eventos pequeños más que una desventaja es una gran fortaleza en estos momentos.

Además, la cercanía de las costas y lugares turísticos y la muy alta educación de la gente (fundamental al aplicar los protocolos) se convertirán en fortalezas de cara a la recuperación.

Costa Rica, dijeron, es conocido internacionalmente como un destino que no es masivo. Es decir, no busca atraer a grandes volúmenes de visitantes, algo que el viajero valora mucho en su decisión, en medio de la pandemia.

Otro elemento que la industria de reuniones considera fundamental para la reactivación es la distinción de Costa Rica en el turismo de bienestar o wellness. En las encuestas, los potenciales viajeros priorizan su búsqueda de bienestar.

De acuerdo con Orozco, las empresas mantendrán el denominado turismo corporativo, mediante el cual se premia a grupos de empleados con viajes de descanso y relajación. Costa Rica, recordó, tiene todas las condiciones para regresar fuertemente en este subsector del turismo.

Con el avance en la virtualización, agregó Rojas en entrevista por aparte, se le ofrece a los clientes la opción de tener una parte de los participantes de manera presencial y otra cantidad por “control remoto”.

Eso, consideró es una gran ventaja para el país. Añadió que el Centro negocia en este momento con un cliente para un congreso de 500 personas, en el 2021. No sabe cuántas se podrán tener presenciales, pero ya se le presentó la oferta de tener el resto conectadas, pues el país avanzó rápidamente en este servicio.

Mientras, Orozco aclaró que un evento no debe ser de más de 500 personas para ser o considerarse exitoso, pues los de menos de 100 personas pueden tener resultados muy positivos.